La celebración de las tres décadas de la publicación del sensacional debut de "Shake your money maker" fue la excusa para que los hermanos Robinson plantearán una gira de reunión de la banda , sin la banda, es decir con ellos como elementos centrales. Los 30 años en realidad se cumplieron el año pasado, pero por las restricciones todavía existentes no se pudo realizar.
Algunos dicen que se llegaron a congregar 10.000 seguidores de los Crowes en el evento. No sé si es cifra es exacta, pero el recinto presentaba un aspecto espectacular con la pista prácticamente tomada por la gente y las gradas con una buena afluencia. Ya los alrededores con multitud de camisetas del grupo hacían presagiar el éxito del evento.
Lamentablemente no pude llegar a ver a los teloneros. Tenía muchas ganas de ver a DeWolff, pero obligaciones me lo impidieron. Sí me dijo un amigo, concretamente Star Mafia Boy, que habían estado magníficos. No me esperaba menos de los holandeses.
Sólo unos minutos antes de que salieran los cuervos pudimos llegar al recinto, dónde ya se mascaba un buen ambiente.
El inicio fue con ellos apostados en la barra de un bar puesto para la ocasión mientras sonaba la intro que daría paso a la salida de la banda. El escenario era bastante austero, con el bar citado, una Juke box, algo que parecían radios antiguas y algún que otro telón. Nada espectacular, pero bien pensado para arropar al show que en el caso de los Crowes es lo verdaderamente importante. Esta gente nunca ha necesitado esconder la música detrás de su escenografía para conseguir enganchar a su público.
Puntuales como un reloj suizo a las 9 en punto empezaron la descarga de "Shake your money maker", tema a tema, tal y como se encuentran en el disco.
Especiales para mí fueron "Hard to handle" (inolvidable cuando la descubrí, momento en el que no sabía que era una versión de Otis Redding), "Jelous again" (para mí una de las mejores canciones de la banda) y "Stare It cold".
La verdad es que la época que más me gusta de los Crowes son los dos primeros discos, sin duda lo mejor de su extensa discografía y que lo que más me atraía del evento era que tocasen su primer disco íntegro, sin embargo he de reconocer que, a la postre, me lo pasé mejor en la segunda parte del concierto, lo que no quiere decir que no disfrutase a tope el "Shake...".
A mitad de concierto ya se había dado cuenta todo el mundo que la banda sonaba como un cañón, que Chris Robinson estaba pletórico de voz y que como frontman no tiene rival, que Rich, como siempre en la sombra da empaque al conjunto y que, a pesar de no venir con otros miembros históricos aquello sonaba muy bien. Si a todo ello le añadimos dos coristas magníficas, el resultado es perfecto.
Pues bien, después de despachar su disco debut hicieron un mix de grandes éxitos que incluyó ,"No Speak no slave", "Papa was a Rollin' Stone" o la.preciosa "Wiser time", un tema con una sensibilidad como pocos.
La traca final fue de infarto con los dos primeros temas de su segundo y maravilloso álbum. Primero atacaron "Sting me" y después la maravillosa "Remedy".
Tras unos momentos de suspense sobre si saldrían o no de nuevo al escenario aparecieron para tocar "Rocks off" de los Rolling, para completar una noche espectacular.
Sé que ha habido durante la historia de la banda periodos de directos buenos y malos y me alegro de haber asistido a uno de los buenos.
No sé si ahora la relación entre los hermanos Robinson está bien o mal, la verdad es que mucha complicidad sobre el escenario no se ve, pero mientras nos ofrezcan shows como estos, dejaremos a un lado sus rencillas personales. Viva The Black Crowes!!!!!!!