Para muchos aficionados al heavy metal, como el que escribe, hubo un movimiento surgido en tierras británicas que le dio un feeling especial al movimiento. Además de los grandes grupos que están en boca de todos, hubo otros que no llegaron al estrellato pero que también merecen su reconocimiento. Este es un homenaje, sin ánimo de abarcar todo lo que fue este movimiento, a todos esos grupos. Además el artículo será coronado con una entrevista a Dennis Straton, guitarrista de Iron Maiden en el primer disco del grupo.
A principios de los años 80 hubo una explosión de rock en el Reino Unido. Multitud de bandas bajo la bandera del incipiente heavy metal pasaron a ocupar una escena que estaba anclada musicalmente en la década anterior.
Algunos grupos habían preparado el camino antes como es el caso de Judas Priest o Deep Purple, pero lo que sucedió posteriormente fue algo más corporativo.
Aunque muy distintos entre sí, los grupos que poblaron ese panorama tenían en común el amor por un hard rock clásico pero, a la vez tamizado por un sonido más actualizado y, en ocasiones rebuscado.
Cuando se habla de este movimiento siempre se piensa en Iron Maiden, Def Leppard y Saxon que son los grupos que obtuvieron un mayor reconocimiento, pero no es justo recordar únicamente a los más potentes. Este artículo no pretende ser una enciclopedia del género, únicamente quiere hacer una breve mención, a modo de homenaje de todos aquellos grupos que marcaron la juventud de más de una persona como el que escribe.
Exceptuaremos a Judas Priest de este reportaje debido a que ya tenían una historia a sus espaldas cuando surgió este movimiento.
El grupo más exitoso a nivel de ventas de todo el movimiento fue Def Leppard que con Pyromania y Histerya consiguieron vender millones de discos. La lista de clásicos que salieron de aquellos dos trabajos fue muy extensa. El secreto de su éxito posiblemente se fraguase en las trabajadas melodías, los insuperab;es coros y un exhaustivo trabajo de producción que dieron los frutos deseados.
Le siguen a nivel de ventas los también longevos Iron Maiden que si con Paul Di'Anno ya empezaron a despuntar, con Bruce Dickinson dieron el salto al estrellato con su disco The number of the beast, obra capital del género. Desde sus comienzos, el grupo dirigido por Steve Harris grabó discos imprescindibles hasta Somewhere in Time que bajó un tanto el nivel. Aún así, siempre hay algún tema aprovechable en cualquier disco de los de Harris, incluso en la etapa de Blaze Bailey como cantante.
Saxon también disfrutaron de su momento de gloria con sus primeros discos en los que se encontraban gran parte de sus temas clásicos como Wheels of Steel o The eagle has landed. Reconozco que nunca me gustó mucho la voz de Byfford, pero, qué diablos, tampoco me gusta mucho Ozzy y no puedo negar la grandeza de su carrera.
Los tipos de Saxon, con Steve Dawson como abanderado, encarnaban mejor que ningún otro grupo los clichés del heavy metal, con todo lo bueno y todo que eso conllevaba.
Tygers of Pan Tang fueron uno de los grupos, que, a pesar de la calidad que atesoraba, siempre fue la eterna promesa.
Llamadlo mala suerte o como queráis, pero hay individuos que, a pesar de tener discografías sólidas como rocas no logran nunca el éxito masivo. En este mismo apartado podríamos encontrar a Diamond Head, a los que parece que si Metallica no hubiese incluido sus versiones en su buen Garage Inc no se les hubiese reivindicado nunca. Además, el grupo contó con el handicap de los ademanes poco masculinos de su cantante, que, en un mundo tan dominado por "machos" como el del heavy rock, por supuesto, estaba muy mal visto.
A Tank les guardo un especial cariño ya que fueron el grupo que abrió para Barón Rojo en las famosas sesiones en las que el grupo grabó el directo Barón al rojo vivo. Se trataba de un grupo que se encontraba, en cuanto a estilo musical, mucho más cerca de unos Motorhead que de Iron Maiden. Tampoco lograron un éxito masivo, pero resultan entrañables.
Praying Mantis contenía todas las señas de identidad del movimiento, practicando un heavy rock eléctrico. Además, por si había dudas de en qué onda iban, incorporó a sus filas al ex Maiden Dennis Straton (ver entrevista en este mismo número).
Las chicas no se prodigaron mucho en el rock duro de los 80, pero hubo un par de grupos que consiguieron labrarse un nombre.
Las primeras fueron Girlschool, a las que las comparaciones con la Runaways no les hicieron ningún favor, entre otras cosas, porque su material no tenía nada que ver. Tuvieron su momento de gloria en el que parecía que se iban a comer el mundo. Se las vio muy bien acompañadas en el plano musical por el apoyo de gente del género como Motorhead.
El otro grupo femenino, del que yo me reconozco más cercano fueron Rock Goddess, que practicaban un heavy metal menos clásico en planteamientos que Girlschool, con himnos con títulos tan claros como Heavy metal, rock and roll, cumpliendo con todos los estereotipos del género.
En una tesitura más extrrema se podía encontrar a Angel Witch con un hard rock sin concesiones que algunos no dudan en citar como precursor de lo que más tarde sería el trash metal.
Samson tuvieron el privilegio de tener en sus filas al que posteriormente sería el sustituto de Paul DiAnno en Iron Maiden, Bruce Dickinson, apodado para el grupo como Bruce Bruce.
La vertiente más satánica también tenía su representación en este movimiento con Venom, con un rock sin censura proviniente del mismísimo averno.
Raven fueron otro grupo que obtuvo un reconocimiento no masivo, pero sí a nivel crítico por su heavy rápido y contundente.
Witchfinder General le debían más de una influencia a la contundencia y la voz de los Black Sabbath clásicos, con riffs machacones e incluso una portada, Death Penalty, de 1982 que no hubiese desentonado en la discografía de las huestes de Iommi and cia.
Grim Reaper tuvieron también su momento de gloria aunque fuese corto. Heavy puro y duro y sin concesiones.
Sweet Savage poseían la pose y, sobre todo, un cantante que podría haber estado perfectamente en Motley Crue debido a su similitud vocal con Vince Neil. Además el grupo iba en esa onda sleazy que tanto se llevó.
More fue otro grupo que lo intentó dentro del movimiento sin suerte tampoco. En nuestro próximo número podréis leer una entrevista con Laurence Mansworth, uno de sus guitarras (también en Airrace).
Como dije al principio del artículo sé que no están todos los que son, pero esto no pretende ser una enciclopedia del movimiento. Además, hay gente que incluye entre todos estos grupos incluso a Motorhead o a los citados Judas Priest que venían funcionando desde hacía ya más de una década.
Simplemente he intentado homenajear de una manera sencilla a unos grupos que, salvo en el caso de alguno de ellos con más pena que gloria, a pesar de que mereciesen mejor suerte.
Ojalá en estos tiempos de sequía musical rockera surgiese un movimiento con el 10% de la variedad y calidad de la NWOBHM
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