Empieza la temporada de conciertos y nada mejor que dar el pistoletazo de salida con un festival que reúna a cuatro bandas nacionales.
La cita era en la sala Caracol y la fecha el 16 de septiembre. El festival que llega a su tercera edición, se llama "Póker de ases" y reunió a Pánico Rising, Pato, Mescaleros y Fuel.
La sala presentaba una buena media entrada que, vistas las dimensiones del local y cómo está el tema en otros shows, supo a gloria.
Algo que honra a los organizadores del evento es que sobre el escenario se pudo ver a representantes de diversas tendencias artísticas dentro del ámbito del rock, abarcando en un mismo show el heavy metal tradicional, el southern rock y el rock urbano.
Abrieron el concierto Pánico Rising, a los que sólo pude oír un par de temas y, por ello no puedo valorar muy objetivamente, aunque lo que oí apuntaba buenas maneras. El sonido, al ser lo .primeros en tocar, les jugó una mala pasada que fue arreglándose posteriormente.
Los siguientes en pisar el escenario fueron Pato, que presentaron la propuesta más peculiar del festival, con una mezcla de estilos siempre al amparo del rock urbano, que resulta curiosa. Reconozco que no soy un entusiasta de este estilo, más allá de que hace ya mucho tiempo me gustaron Leño y Barricada, pero he de reconocer que se dejaron la piel en el escenario, sobre todo su cantante principal, que no dejó de saltar durante los 45 minutos que duró su performance.
Los siguientes en saltar al escenario fueron Mescaleros, expresamente venidos de Barcelona para el festival. ¿Y qué puedo decir? Sólo que verles en directo es una experiencia única en la que el rock sureño con mayúsculas es el verdadero protagonista.
El tiempo no daba más que para ocho temas, pero supieron a gloria. Alternaron temas de sus dos discos publicados, que desde aquí recomiendo a todo aquel que goce con este tipo de música (aunque creo que de "No man's Land" ya no quedan copias) y nos dieron la sorpresa de intercalar un par de temas nuevos que no desentonaron en absoluto con su material clásico.
Todo ello comandado por la presencia arrolladora de un Amadeo Digón en plena forma vocal, secundado a la guitarra con maestría por su hermano Alfonso y con una base rítmica espectacular formada por Manu Reno y Sergio Gavín.
Y es que cuando un set list incluye temas como "Fire", "Alive" o "Freedom for all", uno no puede quejarse.
A los que todavía no les habéis visto en directo no os los perdáis. Es un buen consejo, os lo aseguro.
Cerraron la velada Füel que nos ofrecieron su heavy metal a la antigua usanza pero actualizado a los tiempos que corren.
No había visto ni oído a la banda nunca. Conocía de su existencia, pero sólo de alguna crítica que había leído y por tener a Paco (guitarra) de amigo en Facebook.
Lo tenían difícil después de la actuación anterior de Mescaleros que la gente alabó sin tapujos en la sala, pero he de decir que ofrecieron un gran show a la altura de los de la ciudad condal, pero variando radicalmente el concepto.
Lo suyo es el heavy de siempre con guitarras afiladas y un cantante que tiene una fuerza y unos agudos en las notas más altas muy interesantes.
Presentan nuevo disco titulado "Sólo para adictos" y la verdad es que temas como "Bajo la piel" o "Salvajes" te hacen reconciliarte con este estilo llamado heavy rock.
El engranaje de la banda es perfecto y se nota que el buen rollo sobre el escenario se contagia a la clientela que había asistido al local.
Cerraron con su ya emblema, "Una noche más" que la gente que yo tenía alrededor estuvo pidiendo durante todo el show.
Gran banda.
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