El pasado 7 de octubre tuvo lugar un acontecimiento histórico en la andadura de Dioses del Metal: nuestro primer festival de música. Después de 7 años en los que la web ha trabajado sin descanso por nuestras bandas y la escena, hoy, nuestro redactor y fotógrafo Dani (Floopy) asumía él sólo el riesgo de organizar un evento de estas características subiendo al escenario a Obús, Astral Doors, Infamia y Overloud.
La primera vez que se organiza algo así de grande los quebraderos de cabeza son muchos, pero de los errores se aprende y seguro que le sirven para futuras ediciones o conciertos, porque Floopy Events es hoy una realidad. Ha sido una aventura que Dani emprendió por nuestra web Dioses del Metal y porque estaba decidido a aceptar un reto así. La inversión económica (no recuperada) y el esfuerzo que ha dedicado estos meses para que el festival lo disfrutaran bandas y público por igual, sólo él lo sabe, pero en ese sentido ha triunfado, todos lo.hemos vivido y hecho nuestro, no me queda más que decirte: gracias amigo!
Por supuesto que no ha sido todo de color de rosas, pero yo he dejado pasar los días para escribir esta pequeña historia de lo que fue el festival, desde dentro, y no una típica crónica al uso, estrictamente musical. No pude estar en todo y mi objetivo era ayudar a mi compañero en lo que pudiera, si lo he conseguido o no es algo que debe decir Floopy, pero por Crom que lo he intentado. No voy a edulcorar el relato pero voy a centrarme en los aspectos positivos. Como dice la letra de una canción de Platero y Tú: “Tres de azúcar en el café, que la vida ya es bastante amarga.
El día D era el 7 de octubre, Floopy y yo nos levantamos poco después de las 8, desayunamos en el restaurante Etxe Maite, propiedad de Janire, su pareja, y la madre de ésta. Os lo aconsejo porque hacen las tortillas de patatas más ricas de Vitoria. De allí nos fuimos a comprar viandas y bebidas para las bandas, además del catering que ya se les encargó para la cena. Luego fuimos a Sol Nor, empresa familiar de Floopy y su hermano, donde tenía aparcada la furgoneta cargada con el material de sonido alquilado, propiedad de uno de los amigos de Floopy que se entregaron a ayudarle. Amigos no le faltan y debe ser por algo…
Del Staff de Obús ya nos llamaron para avisar de que llegaban a las 13h, pero la sala no abría hasta una hora después, y los horarios estaban medidos para las pruebas de sonido, hora de apertura y actuaciones de cada banda. Llegamos a Bilbao y al polígono industrial donde se encontraba la Santana 27 a las 13:30h, y lo primero que hicimos es acercarnos a un restaurante donde comían Obús, recomendado por el Chiqui, que militó en Ska-P y es muy conocido dentro del mundillo musical; este les recomendó el lugar y más tarde disfrutó de las actuaciones de las bandas y sobre todo de sus amigos Obús. Debíamos ir a la sala con el staff de Obús para que fueran montando el escenario, y luego volver Floopy a recoger a la banda… al respecto de la vuelta en coche con la formación hay una anécdota muy divertida con Paco Laguna (Guitarrista de Obús), que no voy a contar pero que habla muy bien de la persona y su humildad.
Llegamos al polígono industrial donde se ubicaba la sala poco después de las 14h, allí estaba otro de los amigos de Floopy (perdonad que no cite los nombres, tengo poca memoria para ellos y la edad no lo mejora me temo), que llevaba su propia batería para el uso en común de las tres primeras bandas, y que ayudó de principio a fin en todo. Benditos sean estos chicos, amigos de Floopy, porque sin ellos el festival no se hubiera desarrollado tan bien como resultó al final. Todos ayudamos a montar el escenario de Obús, hermano de Dani incluido, y menos mal, porque se demoró mucho más de lo previsto y afectó a los tiempos para las pruebas de sonido. Los más damnificados fueron Infamia que no pudieron probar nada, lo siento chicos.
Pero se cumpleron los horarios, Overloud, la primera banda en subir a la arena del Dioses del Metal Fest, estaba probando a las 18h, que es cuando tenía previsto que se abrieran las puertas, cosa que se demoró apenas 15 minutos, y gracias a la profesionalidad de este quinteto de Hard Rock, que jugaban casi de locales viniendo de Donostia, a las 18:30h estaban tocando mientras la gente seguía entrando. Actitud y muchas tablas derrocharon sobre el escenario estos chicos, cuyo último lanzamiento fue “Altered Ego”, cuya reseña puedes leer aquí: https://diosesdelmetal.org/overloud-altered-ego-2015/.
Tocaron temas como Sorrows, Swallow, Lone Star, Wet, Homeless, Broken, Loud Machine, Falling, Rebel y Desert. Lo cierto es que con las prisas y el ajetreo, ni siquiera presentamos el festival, aunque Overloud inició el festival de la mejor manera.
Era el turno de Infamia, y los chavales sortearon el inconveniente de salir al escenario sin probar con unos minutos iniciales bien empleados. La banda riojana daba por concluida su extensa gira de “Sin Respiro” esta noche en Bilbao, y tiene ya preparado lo que será su nuevo disco, que estará en la calle en tres semanas. El Dioses del Metal Fest también les sirvió para presentar un vino que lleva su nombre, y del que compré dos botellas.
Para el que no conozca a Infamia decir que practican un Heavy/Power Metal de gran calidad y que tiene a la voz uno de los registros más espectaculares del país. Podéis leer nuestra reseña de su último trabajo del 2015 aquí: https://diosesdelmetal.org/infamia-sin-respiro-2015/, y la entrevista que hicimos a la banda, la segunda, aquí: https://diosesdelmetal.org/entrevista-a-infamia-2/. En el setlist de hoy, corto, como no puede ser de otra manera en un festival realizado en una sala que tiene una hora de finalización concreta (12 de la noche), hubo temas recientes y más antiguos, pero que ya son clásicos de la banda como Mi Generación, La Razón Dormida, Fiel a mis Sentimientos, Sueño o Realidad, Del PAraíso al Infierno, La Cara Oculta, El Juego, Mil Lágrimas, Jugando a ser Dios y Sin Respiro.
En el descanso, cuando ponían a punto instrumentos y sonido la siguiente banda, aproveché para dirigirme al público, agradecerles su apoyo y asistencia, y premiarles con un amplio surtido de camisetas de festival, cds y merchan diverso que les lancé con el.mayor de los cuidados. Ya le dije a Floopy que hablaría yo porque ni os imagináis lo tímido que puede llegar a ser… como curiosidad, uno de los regalos que tiré al público, uno de tantos que donaron muchas bandas de forma altruista (me acuerdo de Snagora), era una edición sensacional en formato libro+DVD+Cd, cuando llegó al público alguien gritó “libros no”, alimentando el mito de que Rock y cultura no van de la mano que, como tantos mitos, resulta ser falso, pero que alimentó una escena divertida.
La banda que se preparaba detrás mío eran los suecos Astral Doors, y no os hacéis una idea de lo buenos que son en directo, Heavy Metal clásico con un sabor inconfundible a Dio, gracias al gran registro vocal de Patrik Johansson, con ese reconocible timbre y su tic de llevarse la mano al oído al cantar. Me los recomendó nuestro compañero Pol Metalhead y para mi fue todo un descubrimiento (a pesar de que cuentan con 15 años de historia), menuda actuación!
Venían presentando su reciente trabajo “Black Eyed Children”, que vinieron presentando a nuestro país en 4 fechas. Hicieron un repaso a los ocho discos que componen su discografía incluyendo temas como Evil is Forever, We Cry Out, Black Eyed Children, la tan bien recibida Child of Rock’N’Roll o la épica Black Rain. Decir que esta banda es muy cercana y lo demostró con su trato afable y disposición a hablar tanto con fans como con nosotros, quedándose hasta el final y dejándonos esta foto que podéis ver más abajo para el recuerdo. Dar las gracias al responsable de Kivens encargado de la gira, que nos brindó ayuda y experiencia más allá de comunicar detalles y demandas de la formación.
En el descanso ultimaban los preparativos los cabeza de cartel, ayudamos a posicionar la batería, y yo anuncié que seguíamos vendiendo papeletas para el sorteo de la guitarra firmada que tanto tiempo llevábamos anunciando, y que lo haríamos al terminar el concierto de Obús. La banda se mostró humilde y cercana en todo momento, antes y después de su actuación. En casi 30 años que llevo viéndolos en directo (“Pero llevamos más”, me dijo Paco Laguna), tanto su staff como la propia banda nos daban consejos para que todo saliera como queríamos, incluso Fortu llamó en privado a Floopy para tranquilizarlo (era un manojo de nervios, como una bomba a punto de explotar), para decirle que todo iba bien y que solo había que tener cuidado con que se fueran cumpliendo los horarios… y se cumplieron, el hermano de Dani instaló un reloj que se ponía en cuenta regresiva con el tiempo pendiente de actuación en cada banda.
¿Qué os voy a contar a estas alturas de un concierto de Obús que no sepáis? Que la banda siempre “suena que atruena” en cada actuación. Hay detalles que forman parte de la iconografía de la banda: ese pasear casi chulesco de un Fortu que es un animal de escenario, parece que hubiera nacido en él porque domina los tiempos como ninguno, improvisa o se deja llevar sin salirse de un “guión” que es el papel de leyenda del rock que representa y muy bien. Le dije en privado que era un orgullo tenerlo en nuestro festival y lo decía de verdad, quitando apariciones televisivas que parecen molestar tanto a un sector metalero (yo no veo esos programas, pero pienso que la gente tiene derecho a ganarse la vida como pueda), la banda ha envejecido genial y tienen un show energético, nunca defraudan.
El escenario siempre es algo que trabaja la banda, la batería sobre una plataforma elevada, abajo y a los lados habitáculos interiores con cortinillas, por donde sale la banda en plan estrella. La voz de Fortu impecable, los riffs y punteos de Paco siempre a tiempo, sin florituras pero infalible. Ellos empezaron con la banda hace ahora 37 años, pero han sabido renovar la formación a lo largo de los años. Un solvente Fernando Montesinos a las cuatro cuerdas, y un espectacular Carlos Mirat a la batería, que además de imponente sobre esa plataforma elevada, incluye el los últimos conciertos de la banda un divertido show de percusión con tan solo una escalera de aluminio y sus baquetas, mientras Fortu le acompaña en la batería. Es algo único que tenéis que vivir en directo, a Laura, una amiga de Murcia, esa parte le encantó.
Ya os decía que esto no era una crónica al uso, demasiado ocupado en fotos y detalles para tomar notas, pero en la historia del festival que os estoy contando, cuando vas a un show de Obús ya sabes qué gestos hará Fortu cuando Interpreta La Raya del gran “El que Más” (tema que también cantó y que un amigo se empeñó esa noche en que estaba en la banda sonora de un clásico nacional de los ‘80…); sabes que Prepárate se va a tocar en un momento álgido del concierto; que se va a subir a unas chicas cuando llega el momento tierno de Complaciente o Cruel… en definitiva, que Vamos Muy Bien y no querríamos que la noche terminara.
Pero todo tiene su fin que decía Medina, y hay más momentos de la noche para el recuerdo, cuando Fortu agradece a su amigo Chiqui que haya venido a verlos con su pareja e Hijo pequeño, que también sube al escenario. El vocalista no se olvida de agradecer al responsable de que el festival sea una realidad para Dioses del Metal después de tantos años, casi tiene Fortu que arrastrar a Floopy al centro del escenario para una fugaz aparición y que público, amigos y familia le correspondamos con un cálido aplauso de agradecimiento.
Tras el concierto tiene lugar un breve y algo nervioso discurso de agradecimiento del que escribe, además de sortear la guitarra firmada por la banda, que por desgracia la mano inocente que subió al escenario no logró que premio tan especial recayera entre el público, ya que se vendieron muchas participaciones para el sorteo en toda la geografía nacional. Algo atropellado cuando me dirigía al público, que no soy un showman es algo que tengo claro, pero que hasta amigos murcianos me digan que no se me entendía ya me preocupa más, jaja. Para el ámbito privado quedan muchos recuerdos, pero yo quiero sacar a la luz uno con permiso de Dani (Floopy), porque él tiene una guitarra de su padre presidiendo su sala de estar, él falleció hace años pero su llama siempre estará encendida en el corazón de mi amigo, esa guitarra volverá a ocupar su lugar con la firma de algunos de los músicos que tocaron esta noche. No conocí a tu padre pero seguro que estaría orgulloso de ver lo que has hecho hoy, lo que haces cada día.
Llega el momento de recoger, es el final de un sueño realizado, no es perfecto porque nosotros no lo somos, pero este primer festival de Dioses del Metal estará siempre en nuestro recuerdo. Este espacio tendría que escribirlo Dani, es el capítulo de agradecimientos y el epílogo de alg gestado con mucha ilusión y esfuerzo a lo largo de meses. Tendría que escribirlo él porque yo para los nombres soy un desastre… pero agradecer a toda la familia de Dani, su pareja Janire en primer lugar claro, luego su madre, hermano, suegra (sigue así de joven!), abuela política, amigos, en especial a los que ayudaron desde principio a fin a montarlo todo, tenemos una deuda impagable con vosotros… También a mis paisanos César y Laura, amigos de años de Dani y compañeros de estancia y viaje de vuelta, personas irrepetibles por el apoyo y cariño que le profesan. A Pepe, fotógrafo de niños, y su pareja (repito: disculpad mi falta de memoria por favor), con los que compartimos barbacoa al día siguiente. Gracias a todos.
Faltó público, pero sobró corazón.
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