"Psychotic symphony" - Sons of Apollo
Valoración: 8
Los
llamados super grupos empezaron a surgir ya en los años 70, no hay
más que recordar a Cream. En los 80, y sobre todo en el contexto del
hard rock, tuvieron un repunte considerable con formaciones como Mr.
Big (de la que también forma parte Billy Sheehan) o Badlands.
Ahora,
en pleno siglo XXI, la cosa se ha disparado y parece que la
industria necesitara de estos estímulos para conseguir remontar
una crisis que se me antoja imposible de remontar.
Pues
bien, he aquí que cinco virtuosos de sus instrumentos: Jeff Scott
Soto, Ron Thal "Bumblefoot", Billy Sheehan, Derek
Sherinian y Mike Portnoy (últimamente hasta en la sopa) deciden
unir sus fuerzas en un proyecto llamado Sons of Apollo y dan a luz
un álbum titulado "Psychotic Symphony".
Dado
el carácter virtuoso de los protagonistas de la historia y de dónde
vienen algunos de ellos era de esperar que el producto final
contuviese bastante tinte progresivo, como así ha sido, sin embargo
y a diferencia de otra super banda como Flying Colors, este prog
rock está mezclado con hard rock de toda la vida que hace que el
producto resulte atractivo para un espectro más amplio de posibles
seguidores.
El
disco, como no podía ser de otra manera contiene temas muy bien
construidos y con una calidad innegable como "Alive",
"Coming home" , Laberynth" o "Sign of the
times", en mi opinión el mejor del disco, con un estribillo
maravilloso.
Por
otra parte, también es cierto que para los no iniciados en el prog
rock se pueda hacer algo pesado en ocasiones. Recordemos que tiene
un par de canciones de más de 10 minutos y otra de más de 9, con
delirios instrumentales varios marca propia del estilo.
Lo
que es seguro es que la banda no ha buscado el single fácil, es un
álbum que no sabes si te gusta a la primera, muy al contrario, gana
enteros con posteriores escuchas.
Del
desempeño instrumental de los protagonistas casi no merece la pena
ni hablar, ya sabéis la calidad que atesoran cada uno de los
componentes del grupo, por lo que sobran las palabras y lo
resumiré sólo en dos: todos excelsos.
Ahora
a esperar que no sea el siguiente grupo en engrosar la lista de
superbandas que no tiran para adelante por los evidentes problemas
de agenda de sus componentes. De momento, ya están confirmados para
el Be Prog My Friend de 2018, así que la cosa pinta bien.
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