Avatar es una máquina que nunca para. Sí no hay un disco en ciernes, es que están girando, o bien están de pro-moción. Es una rueda que siempre está en funciona-miento, y lo mejor de todo. Está bien engrasada y poco a poco va subiendo peldaños en el escalafón rockero.
El pasado 17 de febrero estrenaron su nuevo disco "Devil can dance" con el que tienes asegurada una buena ración de contundencia rockera. Yo me enganché a la banda con su fantástico "Avatar country", en mi opinión su mejor trabajo hasta la fecha. Su predecesor "Hunter gatherer" me dejó un poco frío aunque tenía buenos momentos, como siempre.
He de reconocer que no soy muy seguidor del groove metal y que las voces tan gruesas de este estilo se me atraviesan. Llego justo hasta el registro vocal de Johaness que intercala partes semi guturales con bellos parajes melódicos.
Pues bien, este nuevo disco me ha vuelto a traer al "país" de los de Goteborg. Con un inicio ideal con el fantástico single "Dance devil dance", seguido de la resultona "Chimp mosh pit", nos dan la bienvenida, que se torna pesada y pastosa en temas como "Valley of disease" y "On the beach". "Do you feel in control" nos recuerda la contundencia que, sinceramente, creo que es lo que les ha hecho ser coherentes y subir escalones. "Gotta wanna riot" tiene madera de single con un final de estribillo que sorprende.
La calma llega con "The dirt I'm buried in", otro potencial single. De aquí al final la tónica es similar. Gran vuelta al país Avatar.
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