Nueva visita de Ree Kohl, la banda liderada por Jordi Ricol. Actuaban de nuevo en Madrid en el mes de julio, como el año pasado, actuación que dio como fruto su fantástico disco en directo “Live at Rockville” (si podéis, os recomiendo que lo adquiráis, merece la pena).
Este año la fecha no acompañaba nada. Al hecho de que era plena fecha vacacional y Madrid se queda vacío había que añadir que el día anterior fue la fiesta de Santiago, y, por tanto, se convertía en puente sin consumir días para las personas que no estuviesen de vacaciones. El resultado fue una entrada en la Sala Rockville pobre (unas 25 ó 30 personas) que no hacía justicia a lo que íbamos a ver.
Y es que Madrid en los últimos años sólo se moviliza para ver a los grandes dinosaurios en grandes recintos… Y si te cobran 150 €, mejor que mejor, así puedes presumir de haberlo pagado. Pues… Ellos se lo pierden, porque la noche del 26 de julio los afortunados que estuvimos allí vimos una banda super profesional que no se amilanó en absoluto por el poco público y que dio un gran espectáculo.
El set list estuvo dividido en dos partes. Una primera en la que desgranaron 10 temas propios de los discos en estudio que ha grabado Ree Kohl y una segunda en la que cayeron 10 covers de temas emblemáticos del hard rock internacional.
Pero vayamos por partes, Ree Kohl es una banda a la que le gusta hacer las cosas bien y para cumplir ese objetivo está formada nada menos que por siete personas, Jordi Ricol (voz solista y guitarra acústica), Joan Reglá (guitarra solista), Alex García (bajo), Edu Hernández (Teclados), Carles Sobredo (batería y coros) y Sita Tadeo y Erika Oro (Coros).
Con unos 20 minutos de retraso salió la banda al completo para iniciar el show con la marchosa “Another day in paradise” de su último disco en estudio “Mirror”, del que cayeron los otros tres temas que lo conforman “Lost in the mirror”, la preciosa “Inner sun” y la genial “Summer nights” (su último vídeo) con la banda luciéndose en su ejecución.
Entre estos temas, intercalaron otras perlas de su discografía de otros discos anteriores como “Lost train”, “Open your eyes” o “Blackstar rising” que el propio Jordi dijo que era lo más Judas Priest de la banda, todas ellas de “Lost train” y la cañera “Come hell or high water”, la fantástica “Lesbian in Texas”, interpretada por Erika Oro y en la que Jordi nos recordó que la letra estaba escrita por Federico Navarro, para terminar esta primera parte con “I wanna live”, estas tres últimas del fantástico álbum “III” de 2013.
A estas alturas ya se habían ganado al público por su buen hacer con un guitarra magnífico, una sección rítmica muy bien conjuntada, un teclado acompañando perfectamente a dichas sección rítmica y unos coros excepcionales, todo ello bajo la supervisión y liderazgo de Ree Kohl que demostró lo que es cohesionar una gran banda.
A partir de aquí, se dedicaron a ofrecernos covers, a cada cual mejor, de la época dorada del rock (casi todas de los 80). Por allí desfilaron versiones del “Panama” de Van Halen, “Ready and willing” de Whitesnake y “Animal” de Def Leppard que sonaron consistentes y muy fieles a las originales.
A continuación, Jordi cedió el micrófono a Erika que se marcó un “Rebel yell” de Billy Idol alucinante, con una demostración vocal tremenda, y posteriormente Sita nos deleitó con una gran “I don´t want a lover” de Texas.
Una de las únicas concesiones a otra década fue “The pretender” de Foo Fighters en el que Ree Kohl demostró la versatilidad de la propuesta y que se puede amoldar a diferentes estilos.
Sita volvió a coger el micrófono original para cantar “Beds are burning” (Midnight Oil), para terminar con un trío de temas difíciles de interpretar pero que demuestran que esta banda es una maquina totalmente engrasada, nada menos que “Burn” de Deep Purple con demostración guitarrera de Joan y a los teclados de Edu, “Turbo lover” de Judas Priest que resultó ser lo mejor de la noche en mi modesta opinión, no en vano, Jordi tiene una banda de versiones de Judas y lo clava.
Para cerrar el show a lo grande nada mejor que “Jump” de Van Halen con el público, reducido pero entregado, entrando en éxtasis tras lo vivido hasta ese momento.
Ante la insistencia de los presentes allí, la banda no tuvo más remedio que tocar otro tema que resultó ser de nuevo “Turbo lover” a petición de este que escribe.
Otra cosa que quiero destacar es que la banda descarga un set list de nada menos que 20 temas con unas dos horas de concierto, cosa que ahora no abunda en el mundo del rock, no habiendo altibajo en ningún momento, cosa muy difícil de conseguir.
En definitiva, una gran noche de rock que espero poder disfrutar de nuevo el año que viene, si no antes, con una sala más llena… Vamos, lo que se merece esta banda. Ree Kohl rules!!!
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