UNA GIRA POR LA BIBLIOGRAFÍA STONE

LITERATURA RODANTE (UNA GIRA POR LA BIBLIOGRAFÍA STONE)

Se han escrito miles de artículos y libros sobre sus satánicas majestades, por lo que ya es una apuesta arriesgada intentar hacer un compendio de unas cuantos de ellos. Uno de los fans más acérrimos de los Stones que conozco, y amigo personal, Josema Beguiristáin, disecciona parte de la historia de Jagger y compañía a través del análisis de distintas publicaciones.El artículo está hecho en 2007, por lo que no se citan ediciones posteriores a esa fecha que quizás sean objeto de un futuro artículo.


Si por estas latitudes siempre hemos tenido a nuestra disposición un amplio surtido de discos, imágenes y recuerdos de los Rolling Stones, no ha sido así en cuestión de libros. A pesar del éxito y la longevidad de su carrera musical, la bibliografía stone en castellano ha sido –sorprendentemente- bastante escasa.



Los primeros libros no aparecieron en nuestras librerías hasta la década de los setenta gracias a la popular colección Los Juglares : Rolling Stones (Philippe Bas-Rabérin, 1974), Jagger (Anthony Scadutto, 1976) y The Rolling Stones (Jordi Sierra i Fabra, 1976). En 1978 es traducido todo un clásico de la literatura musical : Viajando con los Rolling Stones, sobre la mítica gira de 1972 por los EEUU. La fama de su autor –Robert Greenfield-, la primera vez que un periodista tiene acceso ilimitado a los propios Rollings (error en el que por cierto no volverían a caer), y los dos años que tardó en recuperarse y poder escribir la experiencia no defraudaron : sus páginas describen lo que se ha convertido en el modelo de la “auténtica gira de rock and roll” (groupies, drogas a discreción, hoteles destrozados –con el ya clásico lanzamiento de televisores desde los balcones-, fiestas –incluida una de tres días en la mansión Play Boy-, caprichos imposibles, mucha violencia, y por encima de todo la impunidad total de unos músicos ya endiosados).




Todos estos libros se editaban en unos formatos que hoy llamamos “de bolsillo” y con unas pocas fotografías borrosas en blanco y negro, hasta que en 1993 aparece el primer ejemplar de gran tamaño, hecho con calidad y unas fotos deslumbrantes : Rolling Stones-Música y recuerdos, de Geoffrey Giuliano (un musicólogo loco) y Chris Eborn (un coleccionista más loco todavía).

Bill Wyman rompe la omertá

Tras la gira mundial Steel wheels-Urban jungle (1989-1990), Bill Wyman decide dejar el grupo para dedicarse a otras actividades más acordes con su edad : organizar actos benéficos, dirigir su restaurante Sticky Fingers, dar conciertos con los amiguetes… y escribir sus memorias. En 1990 publica Stone alone (traducido como Sólo Rolling en 1991), una auténtica joya donde cuenta las aventuras musicales y extra-musicales del grupo desde sus comienzos hasta el convulso mes de julio 1969. Por primera vez tenemos acceso a información interna, basada en los legendarios diarios donde ha ido anotando meticulosamente todos los detalles de su vida… y de la de sus compañeros, quienes montan en cólera y consideran la divulgación de ciertos temas poco menos que alta traición. Wyman, que además de tocar el bajo se ha revelado como el auténtico notario de la banda, en 2002 y ya con más perspectiva vuelve a publicar el hasta ahora mejor y más completo libro del grupo : Rolling with the Stones - 40 años de gira con los Rollings. Si quieres saber fechas, lugares, conciertos, repertorios, teloneros, anécdotas, discos… y todo ello con cientos de fotos de gran calidad, éste es tu libro.


En nuestras librerías va a coincidir en 2003 con otro escrito (es un decir, je, je) por los propios cuatro rollings supervivientes : According to the Rolling Stones. Al igual que el anterior, la presentación es inmejorable y cuenta con bastantes fotos inéditas. Pero lejos de hacerse la competencia, los dos libros se complementan perfectamente : Mick, Keith, Charlie y Ron nos cuentan aquí su historia tal y como la recuerdan -¡y no siempre coinciden!-, añadiendo comentarios muy interesantes de sus colaboradores más cercanos : Giorgio Gomelsky (el primero que creyó en ellos), el príncipe Loewenstein (su director financiero desde 1969), el genial Ahmet Ertegun (que les ayudó a crear su propia compañía discográfica, y ha fallecido recientemente… en pleno concierto de los Rollings), Don Was (su productor desde 1994), etc… Por cierto, el libro tiene 360 páginas, y los veintiocho años de leales servicios de Bill Wyman como rolling stone son reducidos a cuatro o cinco comentarios por sus ex-compañeros. Y es que los chicos duros tienen mala memoria (¿o buena?).

Some girls and some books

El voraz mercado anglosajón contó desde el principio con una oferta bibliográfica mucho más amplia que la nuestra, que abarca cualquier aspecto relacionado con la banda : desde curiosidades como Ode to a high flying bird (escrito por Charlie Watts para dar rienda suelta a su pasión por el jazz) o una novela titulada perversamente The man who killed Mick Jagger (David Littlejohn), a libros que analizan una a una cada canción de su amplio repertorio (Steve Appleford, The R. S.-It´s only Rock and Roll), cada sesión de grabación (Martin Elliot, The R. S.-Complete Recording Sessions), las giras (Jools Holland, The R. S. : A life on the road), las anécdotas (Alan Lysaght, The R. S. : An oral history), los momentos difíciles (hay infinidad de libros y teorías sobre la muerte de Brian Jones), incluso cuentan con una enciclopedia (Sue Weiner & Lisa Howard : The R. S. A to Z), y por si faltaba algo hasta un antiguo compañero de piso se ha subido a este carro y ha publicado un libro de recuerdos… que se remontan a 1963 (James Phelge, Nankering with the R. S.). Pero como lo que más interesa a un verdadero fan es el subgénero biográfico, vamos a centrarnos en él.

Si antes de cumplir los veinte años Mick Jagger ya tenía varias biografías, a día de hoy es sencillamente imposible calcular siquiera un número aproximado de las que existen. Lo único seguro es que ninguna ha destacado por su calidad, salvo tal vez las de Carey Schofield (Jagger-1983) y Christopher Sanford (Mick Jagger : Primitive cool-1995), aunque tampoco han conseguido arañar los secretos de una vida interesante como pocas, pero es que la compleja personalidad de Sir Michael Philip Jagger no ayuda mucho. A pesar de haber recibido suculentas ofertas para escribir su propia autobiografía, el cantante desgraciadamente siempre las ha rechazado.

En cambio Ronnie Wood escribió la suya hace ya bastante tiempo (Ron Wood : the Works – 1987, escrita con Bill German), pero desde entonces su interés está más centrado en la fotografía (Ronnie´s Art Works – 1991) y en sus pinturas, que muestra en varios libros entre los que destaca Wood on the Canvas (2003).

E La legión de fans de Keith Richards tiene la suerte de contar con tres buenas biografías del guitarrista, escritas por Barbara Charone (1979), Victor Bockris (1992) y Kris Needs (2004), además del inclasificable Up and down with the Rolling Stones. Su autor –Tony Sanchez- fue amigo y camello personal de Keith Richards durante su caída libre a los abismos de las drogas duras (le tenía en nómina exclusivamente para proveerle de todo tipo de sustancias). Testigo privilegiado desde el mismo epicentro de la llamada aristocracia pop (se acabó convirtiendo en la sombra de Keith), narra con bastante crudeza el final del swinging London, la aparición de la heroína en los círculos musicales, y la espiral de paranoias y miserias diarias de unos jonkies famosos y millonarios. Este ambiente decadente será inmortalizado por una de sus primeras víctimas, el gran fotógrafo Michael Cooper, en el libro recopilado por su hijo Adam The early Stones (1992), con comentarios de las fotografías a cargo del propio Richards, Anita Pallenberg, Marianne Faithfull y Terry Southern que lo convierten en un auténtico revival emocional.




En fin, que hay material para que los seguidores de sus satánicas majestades podamos hacer más llevadera la espera hasta la próxima gira, que sin duda la habrá. Y hablando de libros : Mick Jagger tiene fama de no leer ni siquiera lo que se escribe sobre él, mientras Keith Richards siempre ha sido –quien lo diría- un lector compulsivo. Y es que hasta en esto son muy diferentes, pero eso es ya otra historia…

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