ENTREVISTA CON RUDY SARZO

 

Aquí podéis ver la entrevista que realizamos con Rudy Sarzo hace unos días. No se puede tener un interlocutor más colaborativo que Rudy, que te hace sentir como si estuvieses hablando con un amigo.

También os ponemos la entrevista en escrito aquí abajo, por si preferís leerla. 

Hola Rudy, lo primero decirte que es un placer para mí hacerte esta entrevista. He seguido tu carrera desde que tenía unos 17 ó 18 años y es un placer.

Mucho gusto y es una experiencia que no tengo muy a menudo hacer una entrevista en castellano.

La entrevista, además de que me gustaría charlar contigo un poco de toda tu historia musical viene motivada porque estáis promocionando Quiet Riot “Rehab”, un antiguo disco de la banda, que contiene una canción inédita titulada “I can´t hold on”, que ha sido rescatada de una manera casi artesanal, creo que de un Ipod, ¿verdad?

Sí, es una canción que la demo, ¿se dice así lo mismo en España?

Sí, sí.

El demo se hizo en el 2006. Yo no estaba en el grupo, porque yo toqué hasta el 2003 y después siguieron sin mí. Yo empecé a tocar con Dio, que tocamos en España en esa gira. Entonces, hablando de Quiet Riot de nuevo, Alex (Grossi) y Kevin (DuBrow) son los compositores de esa canción, hicieron una demo y después la agregaron la batería de Frankie (Banali), se guardó la canción y Kevin falleció como un año después de la demo, y no fue hasta que yo regresé al grupo, hace más de un año, que empezamos él, Álex y yo a buscar individualmente en nuestro catálogo de canciones que habíamos escrito y él encontró esa canción en un archivo y se había olvidado de que tenía esa canción. Entonces, me la envió, yo la escuché, me encantó y yo la grabé el bajo. Y la canción ha estado esperando hasta que Regina, la señora de Frankie pudo hacer el vídeo, porque ella es directora de películas, ella hizo el documental de Quiet Riot “Well now you´re here, there´s no way back” y estábamos esperando que ella buscara por toda su colección de vídeos que ella había tomado, especialmente durante el proceso en que Frankie estaba luchando contra el cáncer, con sus sesiones de quimioterapia y otras varias alternativas hasta el día que él falleció. Ella lo había compilado en vídeos. Por eso fue un proceso que tardó y fue un proceso muy emocional para ella, muy emocionante, porque, imagínate, vivir de nuevo esa tragedia. Entonces, ahí lo tienes.

Volviendo para atrás, “Rehab” es un álbum de hace años y aunque el heavy metal ya no es lo que era, creo que se le han ido comiendo otras músicas, yo creo que es un disco muy bueno, ¿Qué opinas tú?

Sí, el disco es muy bueno, todos los discos de Quiet Riot yo los considero que son de alta calidad.

Estabas hablando de que todo no es lo mismo. Nada es lo mismo en la industria. Mira, cuando nosotros hace cuarenta años llegamos al número uno tuvimos que vender un millón de discos en una semana. Todos los discos que llegaban al número uno vendían un millón por lo menos.

Es una barbaridad.

¿Quién hoy en día de verdad, vende un millón de discos en total? ¡¡¡Nadie!!! nadie. Todo son steams, downloads y todo eso. Un disco físico, como el que tienes detrás de ti de Quiet Riot o de Whitesnake, para vender un millón de estos, nadie lo hace. Entonces lo que hay que hacer es adaptarse a cómo son las cosas en la industria hoy en día y seguir para adelante, haciendo lo que para nosotros es nuestro oxígeno que es hacer música.

Como te decía, “I can´t hold on” es una canción de 2006 y fue grabada por Frankie y Kevin, que desgraciadamente ya no están con nosotros. ¿Qué recuerdos tienes de ellos de esos momentos compartidos jutnos en estudios o sobre los escenarios?

Momentos inolvidables, pero ¡¡¡hay tantos!!! (risas) El que me viene a la mente para mí es cuando yo regresé a Quiet Riot. Yo era miembro todavía de Ozzy Osbourne, cuando yo estaba preparándome, porque yo estaba en Los Ángeles, y en un descanso, cuando todos nos estábamos preparando para ir a Nueva York, para grabar el disco en vivo que se llamó “Speak of the devil” unas regrabaciones de los clásicos de Ozzy Osbourne con Black Sabbath, que hicimos Tommy Aldridge, Ozzy, Brad Gillis y yo, porque Randy Rhoads ya había fallecido hace unos cuantos meses, e inmediatamente eso lo cambió todo para nosotros, la pérdida de Randy. Y yo había perdido la felicidad de tocar música completamente. Y, entonces, recibo una llamada de Kevin invitándome para ir al estudio. En ese momento el grupo todavía no se llamaba Quiet Riot, entonces la banda todavía se llamaba DuBrow. Y yo fui como invitado, porque yo todavía era miembro de Ozzy Osbourne. Y, cuando llego al estudio, allí estaba Frankie Banali, con el que yo ya llevaba desde 1973, 10 años, tratando de tener éxito con un grupo. El 18 de noviembre de 1972, mi cumpleaños, le conocí a él y empezamos a tocar inmediatamente. Entonces, salimos de Florida, donde estábamos viviendo en ese momento y nos mudamos a Chicago donde empezamos a tocar en el medio de Estados Unidos. Estábamos en gira, pero para poder recaudar dinero para mudarnos a Los Ángeles, ya que allí y en Nueva York es dónde tú de verdad les podías demostrar a los sellos y tocar para ellos. No teníamos Youtube ni otros medios que se usan hoy en día para promocionar a un grupo en internet. Entonces todo era en vivo y tenías que ir a Los Ángeles. Así que nos fuimos a LA y llevábamos como diez años para llegar a ese momento, que lo logramos con la grabación de la canción “Thunderbird”, que la grabamos Frankie y yo junto con Kevin en el estudio. Kevin escribió esa canción para Randy cuando él se fue con Ozzy Osbourne y en su grupo, DuBrow, yo empecé a tocar con él unos cuantos meses antes de irme con Ozzy y yo estaba viviendo con Kevin, así que, yo estaba familiarizado con esa canción, hicimos la grabación en dos tomas y había tiempo, por lo que me preguntaron: ¿te acuerdas de “Slick Black Cadillac”?, que vino de la etapa de Randy Rhoads para Metal Health y que escribió Kevin DuBrow y un par de canciones más que compuso él durante Dubrow que yo tocaba con él en el grupo. Entonces, cuando salí de aquella grabación, yo ya había grabado cuatro canciones y se hizo el disco Metal Health. En ese momento no había sello, no había contrato ni nada de eso, era como ¿vamos a ver qué es lo que va a pasar? Y así es como yo regresé al grupo y, déjame decirte, fue una felicidad tan grande estar en el estudio tocando con Frankie y con Kevin… A Carlos (Cavazo) yo nunca lo había conocido personalmente, pero yo sabía de él porque el estaba en un grupo local que se llamaba Snow, que estaban en el mismo circuito que nosotros, pero yo no había tocado ni mantenido una relación con él personal, pero, me cayó de lo más bien, tocaba de lo más bien, bueno… Buena gente. Pero eran Frankie y Kevin con quien yo estaba familiriarizado… Mi familia musical. Y cuando yo terminé de tocar en las grabaciones de dos noches en el Ritz de Nueva York, volví a Los Ángeles y tomé la decisión de salir de la banda de Ozzy y empezar a tocar de nuevo con Kevin y Frankie en la banda que de nuevo se llamó Quiet Riot, ya no era DuBrow, cuando firmamos el contrato.

Ahora volvéis Quiet Riot con una formación que incluye a Alex (Grossi) y con un cantante que a mí me encanta que es Jizzy Pearl, para mí un fantástico line up ¿qué te parece a ti?

Bueno sí… Alex fue escogido por Kevin y es el tercer guitarrista de Quiet Riot. Él es mucho más joven que todos nosotros y lo que Kevin hizo es ser su mentor sobre lo que es ser miembro de la banda. Cuando falleció Kevin, uno de los cantantes que entró fue Jizzy Pearl. Jizzy ha estado con el grupo hace años ya, él estuvo, se fue y volvió. A Jizzy le escogió Frankie, y Jizzy es un miembro perfecto. Si Kevin no está ahí para cantar, el próximo es Jizzy. Porque él salió por el mismo circuito. Lo que pasó Quiet Riot a finales de los 70 y principios de los 80, lo pasó Jizzy la generación después de la nuestra. La generación de Quiet Riot eran Ratt, Motley Crue, Great White… Todas esas bandas que estaban intentando tener éxito a finales de los 70 y principios de los 80. Y la segunda generación es la de Guns n´ Roses, L.A. Guns, Faster Pussycat… y de ahí viene Love/Hate, la banda de Jizzy. Todos pasamos por lo mismo, venimos de la misma calle, Sunset Strip, y yo me conecto mucho con él, porque pasamos lo mismo, ¿entiendes? Y Johnny Kelly fue escogido por Frankie Banali para que viniera de suplente mientras Frankie estaba con los tratamientos de la quimioterapia. Entonces, imagínate, todos ellos están en el grupo y han sido escogido por los miembros anteriores y para mí es una cosa muy importante porque estaban tocando de nuevo antes de que yo regresara. Ellos se saben el material de lo más bien y han sido escogidos por los miembros antiguos, así que cuando nosotros vamos a tocar es para celebrar la memoria de Frankie, de Kevin y de Randy y la historia de Quiet Riot.

También quería preguntarte qué significó para ti unirte a la banda de Ozzy Osbourne, debió ser algo grandioso, ¿no?

¡¡¡Pues imagínate!!! Ponte a pensarlo… Sí, ¿cómo que no? Sí… Fue grandioso… Fue muchas cosas. Para explicarte, para darte la contestación tuve que exponerlo en más de 300 páginas del libro que escribí “Off the rails”. Me cambió mi vida, me dio una carrera, pero fue Randy… Randy Rhoads fue el responsable de todo esto para que yo pudiera… para poder salir… Yo estaba durmiendo en el suelo del apartamento de Kevin DuBrow, ni tenía una cama (risas), tenía una sábana que la ponía ahí… en el suelo. Y fue así, todo cambió en un día. En 24 horas todo cambió.

¿Y cómo era estar en el escenario con una leyenda como Ozzy?

Claro, claro… Y Randy Rhoads y Tommy Aldridge. Bueno, yo hace 41 años empecé a tocar con músicos latinos al principio y cuando me dediqué de verdad al rock tuve que salir de la escena de Miami e ir más hacia el norte, hacia el norte de Miami, que es donde en los clubs se tocaba música pura rock, en vez de música mas Top 40. Porque Miami es muy turístico, Miami Beach y Miami en sí era donde iban los turistas. En Fort Lauderdale, más al norte, había turistas, pero no era una escena tan fuerte de turistas como era Miami. Entonces, en los clubs en Fort Lauderdale la música era más rock, en lugar de lo de Miami y ahí es donde yo empecé de verdad a aprender el rock.

Has hablado antes del Sunset Strip y muchos de nosotros no evidentemente no hemos estado allí, de hecho yo no estado nunca en Estados Unidos, pero muchos de nosotros tenemos idealizada la idea del Sunset Strip de los años 80 ¿cómo fue vivir toda esa escena con esa cantidad de bandas tremendas?

Es una buena pregunta y yo te puedo contar sobre los setentas y… pero… como yo empecé a tocar con Ozzy en el 81, yo ya no era parte del Sunset Strip. Estaba tocando por el mundo entero con Ozzy. En los 70 lo que entró muy fuerte fue el punk. Van Halen fue la última banda de hard rock, de metal, que fue firmada en un contrato y que salío del Sunset Strip, porque ellos tocaban en el club Gazzarri´s y eran la banda de la casa, tocaban todos los días y todas las noches. Pero, cuando entró el punk y la new wave eso cambió. Entonces el Sunset Strip eran las bandas de punk y new eave que tocaban en Whiskey o en el Roxy y todos esos clubs. Los grupos de rock se tuvieros que ir para el valle, lo que le dicen The Valley, al otro lado de la loma. Pero yo ya estaba de gira con Ozzy, así que yo no tuve esa clase de experiencia.

Posteriormente estuviste en Whitesnake. ¿Cómo llegaste a la banda? Por qué yo, evidentemente, sé todas las movidas que hubo con John Sykes y también estaba por ahí Neil Murray, pero ¿cómo llegaste exactamente a formar parte de la banda?

Whitesnake eran la banda telonera de Quiet Riot en 1984, asi que llegué a conocer a todos los miembros del grupo y conocí también la tensión que había entre ciertos miembros del grupo. Entonces, cuando yo salí de Quiet Riot, en 1985, recibí una llamada de los managers de Whitesnake y Tommy Aldrigde y yo estábamos en ese momento poniendo un grupo buscando músicos y Tommy y yo tuvimos una cita con ellos y nos preguntaro si queríamos ser miembros de Whitesnake. Me encantaba la idea, pero en esos momentos seguía el miembro con el que había tensión entre Coverdale y él en el grupo y yo no quería ir de una situación para otra. Entonces, decidí no ir en ese momento. Dos años después, ya ese miembro no estaba en el grupo y nos invitaron de nuevo a Tommy Aldridge y a mí. Hicimos el víedo de “In the still of the night” y ahí es cuando tomé la decisión de que ahora sí era la hora de entrar a Whitesnake.

Otra de tus etapas que me gustaría recordar es cuando formaste parte de la banda de Ronnie James Dio, ¿qué me puedes contar de esa leyenda?

¡¡¡Imagínate!!! Ha habido dos músicos que han tenido una gran influencia en mí, con integridad musical. Y esos han sido Randy Rhoads y Ronnie James Dio. Una integridad excelente como ser humano y musical. Cuando empecé a tocar con Ronnie yo ya había estado tocando como 25 años. En el 81 es cuando yo empecé a tocar con Ozzy, así que yo ya llevaba mucho tiempo en este circuito, tocando con grupos internacionales. Pero cuando empecé a tocar con Ronnie… aprendí unas cosas… a un nivel… Es diferente, fue una experiencia que me llenó la vida (Rudy se pone serio y visiblemente emocionado), con música… con una amistad… con una creatividad… fue inolvidable, completamente inolvidable. Una cosa es tocar con un grupo que tiene éxito y otra tocar en una banda en la que por lo menos un miembro del grupo es adorado por el mundo entero. Ese es Ronnie James Dio. Es una experiencia completamente, sí.

Algo que me fascina es que siempre has estado de grandes guitarristas. Por ejemplo, mi guitarrista favorito es Steve Vai y tu has llegado a tocar con él. A mi me parece una cosa monstruosa, me parece que está al nivel de Randy, de Van Halen o de Hendrix, ¿cómo fue trabajar con él? Estuviste tocando aquí en Madrid con Whitesnake.

Sí, sí… Yo he aprendido mucho. Aprendido porque muchos de estos músicos con los que yo toco son gente… no solamente significantes… individuos singulares, únicos. Y a mí me gusta estudiar qué compone estos grandes músicos. Y les presto atención a lo qué hacen, cómo lo hacen y por qué lo hacen. Y para mí es una experiencia que cuando ya no estamos tocando juntos, lo llevo conmigo, porque yo acaparo información… todo lo que pueda. Y cuando ya llegue ese momento en que no estamos tocando juntos yo hago así… y lo reviso todo y digo uaahhh!!!! todo lo que aprendí de todos ellos, porque es un proceso que ocurre ante tus ojos, lo estás viviendo, lo estás absorbiendo y se hace parte de tu ADN. Es como ir a la escuela. Cuando vas a la escuela tú puedes hacer dos cosas: prestar atención y aprender o perder el tiempo. Yo no quiero perder el tiempo porque estoy ahí y eso es una gran oportunidad y para mí las cosas no pasan por accidente, las cosas pasan porque estas personas entraron en mi vida durante un tiempo para enseñarme algo que necesito saber, para que el camino de mi jornada en esta tierra llegue a su destino.

Pero ya no sólo Vai, hace unos años tuvimos la suerte de charlar con Adrian Vandenberg que, por cierto, se deshizo en elogios hacia ti, pero también has tocado con Yngwie Malmsteen, por supuesto con Randy, tiene que ser algo alucinante estar con estos músicos. Concretamente, Yngwie es una persona muy muy peculiar, ¿qué tal te fue con él?

Grande, fantástico, fue fantástico, porque la gente no entiende que Yngwie tiene un sentido del humor diferente.

Ácido, no…

No, no, él es cómico. Pero la gente cree que él está serio todas la veces. El hace cosas para sacarte una reacción, hace cosas para que la gente reaccione, ¿entiendes?

¿quiere provocar algo, no?

Exacto, pero de una manera cómica (sonriendo). Y lo hacía mucho en el escenario. Él tocaba una cosa bien seria y para salir de ese momento serio toma su guitarra y forma una bulla (risas)… Un desastre (más risas), y, de repente, de ese desastre sale una cosa tan bella y musical (hace como si tocase el mástil de una guitarra). Él creaba y lo destruía y creaba de nuevo.

¿Cuáles han sido los bajistas que más te han influido a ti?

Todos, todos, todos… Cada grupo que era famoso tenían una sección rítmica estelar, empezando con los Beatles con McArtney y Ringo, the Who con John Entwistle y Keith Moon, donde había un gran bajista había un gran baterista. Vanilla Fudge con Carmine y Tim Bogert, Led Zeppelin con Bonham y John Paul Jones, Yes con Bruffor y Squire. Es que no podía haber un gran bajista sin un batería que fuera bueno. Los dos son una sección rítmica. Y todos… Y a veces yo escucho en la radio y… Oh, una canción vieja. El otro día estaba escuchando a Jethro Tull, la canción “Bourée” una instrumental de Bach (se pone a tararearla) y el bajista la estaba tocando completamente como si fuera una guitarra. Me imagino que él sabía tocar guitarra clásica y empezó a tocar el bajo, por cómo estaba tocando. Pues siendo una influencia, pensé este tipo es increíble. Había tantos grandes músicos que nadie reconocía por cualquier razón, pero cuando yo empecé a tocar en los 60 y en los 70, digamos Jack Bruce con Ginger Baker. Por cada grupo que puedas nombrar… Hasta Jimi Hendrix y Mitch Mitchell y Noel Redding, aunque con Noel puedo hacer una excepción, porque él en realidad era un guitarrista y le pusieron a tocar el bajo para que pudiera ganar dinero, ¿entiendes?

Pero fue la audición para Hendrix como bajista y le dieron el puesto. Pero, si escuchas a Ronnie Wood, el guitarrista de los Rolling Stones, tocando bajo con Jeff Beck es increíble, me encanta, el sonido, el tono, cómo lo tocaba… para mí, él toca el bajo mejor que toca la guitarra (risas). Me encanta como toca el bajo. Yo puedo hablar de bajistas que han sido una influencia para mí el día entero. Jaco Pastorius…

Es curioso porque Jaco es una constante en casi todos los bajistas.

Sí, pero una cosa que no todos los bajistas tienen en común conmigo es que Jaco era el bajista en el vecindario, en Miami. Entonces, yo creía que había miles de bajistas como Jaco, porque yo no había salido de Miami en ese tiempo tocando. Yo estaba tocando en Miami y después salí de Miami. Yo no sabía que Jaco era único, que sólo había un Jaco. Yo creía que había miles de tipos que tocaban así. Era una cosa que te inspiraba, pero también te asustaba (risas) pensando la competencia que era.

Bueno Rudy, muchísimas gracias por todo.

Muchas gracias Roberto.

Ha sido un placer enorme para mí, te deseo lo mejor con Quiet Riot y si vienes por Madrid algún día y me logras localizar te invito a una merluza a la gallega.

Ok, fantástico, lo hacemos.




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