Entrevista con Juan Luis Serrano (Obús)

 
A JUAN LUIS SERRANO NO SE LE TIENE QUE PRESENTAR, TODO EL MUNDO SABE QUE SERÁ SIEMPRE EL BAJISTA DE OBÚS. ESE QUE EN LOS AÑOS 80, JUNTO A PACO LAGUNA FORMÓ UNA BANDA DE LA QUE NUNCA DEBIÓ SALIR. CON MOTIVO DEL LANZAMIENTO HACE UNOS MESES DE SU LIBRO "DOSIS DE HEAVY METAL" NOS PUSIMOS EN CONTACTO CON ÉL PARA REALIZAR LA ENTREVISTA QUE VAIS A LEER A CONTINUACIÓN. SEÑORAS Y SEÑORES, HABLA UNA LEYENDA DE NUESTRO ROCK.

Lo primero darte la enhorabuena por el libro. Me parece muy bueno y que va mucho al grano sin andarse por las ramas. Vamos, sin relleno. ¿Qué tal están siendo las críticas y dónde se puede conseguir el libro?


Bueno, me alegra muchísimo que te guste mi libro, está contado con el corazón y pretendí que fuese tanto mi historia como la de muchos que vivieron esos maravillosos

años. El libro está en casi todas las plataformas de venta en internet donde se vende libros y discos con solo poner Dosis de Heavy Metal en Google, ya te indica bastantes paginas web y también librerías físicas donde lo tienen. En mi editorial Desacorde Ediciones y su librería La Esquina del Zorro se puede pedir directamente. Además, en la pagina veréis un amplio listado de librerías que colaboran con ellos y donde lo podéis obtener o pedir si en ese momento no disponen de stock.


Sí te parece vamos a empezar por el principio. ¿Cuál fue ese momento en el que tu cerebro te dijo que tenías que dedicarte al rock?


Desde muy pequeño mis dos pasiones eran la música y el fútbol, pero fu
e con 14 o 15 años cuando con otros compañeros de colegio en el barrio decidimos buscar alguien que nos enseñase los acordes y nos enseñase alguna canción. Tras unos meses ese chico que venía a mi casa a darnos clase nos propuso hacer un conjunto como se denominaba entonces y así empezó mi carrera musical, ese primer grupo se llamó Ultimátum.


Empezaste a tocar con Madrid 20 y Red Box, bandas precursoras de lo que fue Obús. ¿Qué recuerdos tienes de aquellos primeros pasos en el mundo de la música? Supongo que sería todo emocionante, ¿no?


Sí, después de muchas bandas Madrid 20 es a la que le tengo especial cariño.
En ella compuse mis primeros temas, con esa banda me presenté al primer Villa de Madrid en el 78, donde quedamos terceros detrás de Paracelso y Kaka de Luxe. Ese festival me brindó la oportunidad de grabar mi primer disco, un tema mío, Sombras de Barro y cantado por mi, también la oportunidad de tocar en la sala más famosa de entonces, M&M y en Paralelo. Gracias a ese festival pude contactar con la firma de ropa vaquera Red Box y poder volver a grabar en un estudio mi primer single también cantado por mi como bajo y voz solista con los temas Ira Roja y Todos Nosotros.


Es curioso lo que cuentas en el libro de vuestro local de ensayo y el embrión de Barón Rojo. Era el comienzo de una rivalidad entre dos bandazas. Por aquellos años se insinuaba que os llevabais mal. ¿Es cierto eso o es una leyenda urbana?


No, en esos años Coz y Obús compartían oficina, la de Javier Gálvez, Centro Rock, y fu
e este el que nos pidió a Kiko Martínez y a mí que si les podíamos dejar ensayar a escondidas a Carlos y Armando, que estaban preparando una nueva banda y no querían que se enterasen el resto de Coz.

En ese momento con Obús ya teníamos preparados lo que luego sería casi al completo el primer disco, Preparate, pero con la formación original de trío, Manolo Caño, Paco Laguna y yo, ocupándonos de la voz solista Paco y yo repartiendonos el repertorio. Hace unos años salió en vinilo aquella primera maqueta grabada en el local por Kiko y unos temas en directo desde el New Center de Morata de Tajuña.

En tus inicios también llegaste a formar en una banda, Akelarre, con Miguel Oñate. ¿Qué recuerdos tienes de esa época?


Bueno, estamos hablando del año 72, en esa época yo constantemente miraba los anuncios de Musical Express y Mundo Joven donde se ofrecían o solicitaban músicos y fué así como Miguel y yo contactamos, la banda duró poco porque no encontr
ábamos batería. Casualmente, el siguiente grupo que formé, fué precisamente y también a través de anuncios, con Manolo Iglesias, batería que más tarde formaría Tequila. Esa fue una época de continuas búsquedas para encontrar una banda, hasta que una de ellas, que estaba en la oficina de Gálvez, me llamó para sustituir a su bajista que se iba al servicio militar. Esa banda fue Ilusión junto a Pizko, Angel y Kiko, años más tarde sería el embrión de Madrid 20.

Un punto de inflexión en vuestra carrera fue la victoria en el Villa de Madrid, la grabación de Prepárate y la contratación para salas de ese año. Todo se desarrolló muy rápido, ¿no? ¿Cómo vivisteis todos aquellos acontecimientos?


Sí, todo fue rapidísimo, en abril tocamos Paco, Fernando y yo en el Frontón Madrid abriendo para Barón Rojo y en ese mismo lugar Luciano Fuentes habló conmigo al bajar del escenario y nos citó el lunes en las oficinas de Chapa e inmediatamente firmamos el contrato y grabamos allí mismo, en los bajos del edificio una maqueta ya cantada por Fortu. Los siguientes meses fueron de grandes conciertos, nuestro triunfo en Las Ventas, en la final del Villa de Madrid, El Campo del Rayo en julio, Cordoba e infinidad de conciertos en las fiestas de los barrios de Madrid, lo que nos hizo llegar a la presentación del Prepárate en noviembre con un amplio rodaje y una cantidad enorme de seguidores que sin haber escuchado nuestro primer disco ya sabían de memoria nuestros temas.

Vuestros primeros discos como Obús fueron producidos por Tino Casal, músico de otra onda, pero gran artista, en mi opinión, lo cual fue controvertido en su día cuando se hizo famoso. ¿Cómo era Tino como profesional?


Tino era un artista multifacético, todo lo que hacía lo hacía de 10, pintar, diseñar ropa y por supuesto cantar.
Venía con ideas nuevas y no se asustaba con lo que nosotros les proponíamos, creo que acertamos de pleno al elegirle como productor de nuestros dos primeros discos.



Otro de vuestros grandes hitos en esas fechas fue presentaros en el Pabellón del Real Madrid. ¿A quién se le ocurrió que esa osadía podía tener el éxito que después obtuvo?


Nosotros siempre fuimos muy osados, y viendo como nos recib
ían en las fiestas que habíamos estado haciendo durante ese verano en las barriadas de Madrid, y como se movía de un barrio a otro la peña para ver nuestros conciertos nos pareció tanto a Gálvez como a nosotros que si encontrábamos quien hiciese ese concierto, el sitio era el Pabellón del Madrid y acertamos de pleno.


Esos primeros años de los 80 fueron especiales por la explosión musical del rock duro pero también por ser los primeros años de democracia y libertad. ¿Crees que estos dos hechos van unidos de la mano?


Puede ser que sí, muchos de los músicos que luego creamos ese estilo ya est
ábamos luchando en los 70, pero no se nos daba voz ni en prensa ni en radio. Fue a partir del nacimiento del sello Chapa Discos, de la mano de Luis Soler y Vicente Romero cuando todo reventó y ya ni prensa ni radio ni tv pudo pararnos.


De todos los discos de Obús, ¿cuál crees que es el mejor y de cuál tienes mejor recuerdo aunque no sea el mejor?


Es muy difícil contestarte a esta pregunta, ¿A quien quieres más a mam
á o a papá?, simplemente te diré que Prepárate, El Que Más y Desde el Fondo del Abismo me dejaron muy satisfecho y un disco muy especial sin duda es el Directo del 87.


En los 80 empezó a ser habitual que las bandas de heavy metal (incluidos Obús) hiciesen apariciones en televisión en programas como Aplauso e incluso el 1, 2,3. Esto ha cambiado radicalmente y el heavy no pasa ahora de ser música underground de la que es muy difícil vivir. ¿Crees que algún día el rock volverá a tener un auge similar al de aquella época?


Bueno, nosotros hacíamos muchísimas televisiones en los 80, sobre todo porque había cantidad de programas donde poder salir una banda que estaba llenando en España tocase donde tocase.
Ahora todo es muy distinto, si te das cuenta ni siquiera las grandes bandas o artistas guiris tienen ya salida en programas de televisión, principalmente porque hay una sequía de ese tipo de programas y no solo para el rock duro, heavy metal o como lo queramos llamar, sino también para el resto de estilos musicales.


Yo por aquel entonces sólo era un seguidor de la música y no sabía mucho de los medios especializados de aquel momento, pero por lo que dices en el libro y por lo que comentan otros músicos, parece que había muchos intereses creados en lugar de servir como meros intermediarios entre bandas y seguidores. ¿Esto era así?


Sí, desgraciadamente así fu
e. Viendo el triunfo de alguna banda y el dinero que se movía todos quisieron apuntarse a mamar de la teta de la vaca y eso hizo daño en mi opinión porque cada banda que salía venía acompañada del periodista o medio de turno. En muchos casos, como ya sabéis, eran productores o mánager de esas bandas y para que su banda subiese en la mayor parte de ocasiones había que echar mierda al resto de competencia. Por poner algún ejemplo se daban premios anuales de las distintas emisoras o de prensa y los premiados eran o los de su oficina o los que ese día tocaban gratis y les llenaban la sala y los bolsillos.

Entre tantas anécdotas que cuentas en el libro, ¿Cuál sería aquella que no desearías que hubiese pasado?


La verdad es que no hay ninguna que borrase de la historia, todo ocurrió así, algunas son más alegres y especiales que otras, pero todas forman parte de aquellos años, de aquella historia.


Tuvisteis una época de auge alucinante, pero también hubo épocas en las que las corporaciones locales dejaron de apoyar al rock y dejaron de llamaros como era costumbre. ¿Cómo sobrellevasteis esos momentos?


Sí, fué a partir del concierto de Scorpions en el campo del Rayo y del asesinato de un chico cuando surgió toda esa historia de la violencia en el heavy y se anularon muchos conciertos durante ese año y los siguientes.
Muchos músicos y técnicos tuvimos que volver a ejercer otra profesión para buscarnos la vida, como transportistas, taxistas, comerciales etc. en espera de mejores momentos. También coincidió que las compañías discográficas dejaron de apoyar el rock, ya habían sacado bastante.


En el libro haces mención en varias ocasiones a toda esa gente "invisible", que está alrededor de cualquier banda, pero a la que casi nunca se les reconoce su esfuerzo y dedicación, como montadores de escenarios, conductores de gira, etc ... ¿Fueron para ti parte del éxito de Obús?


Fueron más que eso.
En gira eramos una familia y me alegra ver como aún hoy después de tantos años la mayor parte de ellos aún siguen produciendo eventos y festivales o con grandes bandas y, por supuesto, que fueron parte del éxito de Obús, ellos le daban vida a cada locura que se nos ocurría día tras día, gala tras gala.


La banda obtuvo éxito fuera de nuestras fronteras, pero ¿no crees que si se hubiese apostado más fuerte desde Chapa el éxito, no sólo de vosotros sino también de otras bandas hubiese sido mucho mayor?


Sí, yo también lo creo, Chapa no apoyó en absoluto la salida al mercado latino sobre todo.
Nosotros cantábamos en castellano y nunca pensamos en hacerlo en inglés para otro tipo de mercado. Si en los 80 se consiguió tocar en Latinoamérica fué por el empeño de Vicente Romero y Javier Gálvez y demasiado hicieron sin contar con el apoyo de la compañía, ese para mi fué el gran fallo de Zafiro y Chapa discos.


En el libro explicas claramente y sin tapujos por qué saliste de la banda. Ahora con el paso de los años, ¿Qué pesan más sobre ti, todos esos momentos buenos vividos o los negativos?


Por supuesto los grandes momentos siempre formaran parte de mis mejores recuerdos.


¿Quieres comentar algo más?

Nada más que darte las gracias por darme la oportunidad de hablar en esta entrevista de mi libro Dosis de Heavy Metal y espero que los que aún no lo habéis leído lo hagáis como decía antes. Es parte de la historia de los que vivimos aquellos grandes comienzos y de todos los que amamos el Rock. Un abrazo fuerte.



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