Hard Rock 80 - Entrevista a Armando de Castro (2021)

 

Hola Armando.

Un enorme placer hacerte esta entrevista para mi número especial de Hard Rock 80 en España. 

Barón Rojo fue en los 80 la banda más importante del panorama rockero nacional, pero hasta que conseguisteis el éxito con “Volumen brutal” tuvisteis que trabajar de lo lindo. ¿Cómo recuerdas esos primeros pasos a finales de los 70 y principios de los 80?

Bueno, el principio del grupo vino motivado por la salida de Coz, que como bien sabes, fue la banda anterior que tuvimos antes durante los 70 Carlos y yo, que pasó por varias etapas. Empezó como un grupo meramente de versiones de rock internacional, con lo cual estuvo muy bien, porque eso nos

encaminó hacia lo que realmente nos gustaba, que era el rock duro, pero el rock duro hecho a la inglesa o a la americana, con esas señas de identidad, con esa fuerza, pero también con ese afán de perfección, de buen nivel instrumental y vocal y de hacer cosas serias y bien creadas. Es un poco el leitmotiv de Carlos y mío desde que empezamos en esto, hacer rock, pero rock de muchos quilates y bien hecho, porque luego vinieron las zarandajas del maldito rock urbano made in Spain que ha mandado a la porra todo el nivel bueno de creatividad que podía haber tenido el rock en España. Pero bueno, esto es al margen de por qué nuestros inicios con Coz fueron así, porque siempre hemos tenido ese deseo metido entre ceja y ceja. Y bueno, después de Coz, también hicimos algo de material propio, Manolo Tena que en paz descanse nos llegó a hacer algunas letras. Hay un disco por ahí grabado en directo con algunos temas en estudio que seguramente nunca verá la luz, porque aparte ya lo grabó Tony, que luego fue bajista de Leño y fue el segundo bajista de Coz y estaba por ahí metido. No creo que algún día tenga ese material salida, pero ahí se quedó. Y luego Coz se hizo más comercial con “Más sexy”, que nos dejó un amargo sabor a Carlos y a mí, porque fue el desembarco de todo desde el punto de vista comercial y haciéndolo todo por vender discos y por caer bien a los que llevan las listas de éxito y a las compañías de discos. Y bueno, acabamos un poco asqueados de todo aquello, pero gracias a eso, después vino Barón Rojo, que fue un poco nuestro grupo de madurez musical, en el que todo eso que se fraguó durante los 70 cristalizó en unos músicos ya hechos que habíamos pasado por un buen número de vicisitudes, porque en Coz llegamos hasta a pasar hambre en algunos momentos que nos pilló por ahí, lejos de casa. En fin, que estábamos ya curtidos y se produjo la primera formación de la banda con Campuzano y Calabria, empezamos a ensayar, incluso la formación original de Barón Rojo llegó a actuar como Coz aquel verano del 80. Y bueno, no te creas que era especialmente duro, sino que era las nuevas ganas con las que acometes algo nuevo y estuvo interesante trabajar con gente que funcionaban muy bien a nivel instrumental y vocal como eran nuestro compañeros por aquel entonces, Campuzano y Calabria y fue una época interesante. Se abría un gran panorama por delante y no fue especialmente duro. Luego contactamos con Vicente Romero, que nos metió en el sello Chapa y aquello fue ya marcar lo que sería el camino discográfico del grupo, que dado lo que había por aquel entonces en España, era lo único que se podía hacer en aquel momento. A partir de ahí, ya empezamos a crear, en mi opinión, buenas canciones, a hacer buenos discos con el sello Zafiro/Chapa, y eso es todo lo que hicimos al principio de los 80 que fue quizá lo que material más reconocible de la banda y lo que marcó para todo lo que quedaba de vida un poco el futuro del grupo, en el sentido de que siempre la gente acaba solicitándonos en los conciertos las canciones que hicimos a principios de los 80 y son las señas de identidad de Barón Rojo y vamos a ser fieles a ello siempre, por supuesto.

Aunque antes de Barón hubo otras bandas que hicieron un trabajo excepcional, vuestro disco, “Larga vida al rock and roll”, fue el que dio el pistoletazo de salido del heavy rock que estuvo muy presente en los 80. ¿Cómo vivisteis ese momento y la repercusión que tuvo el disco en el panorama nacional?

Un poquito, ya te la he respondido antes. Al hacer la historia de Coz, en mi opinión la época interesante de Coz, porque luego ya degeneró en lo que no podía ser de otra manera. Y bueno, “Larga vida al rock and roll” fue ese disco en el que algunas canciones estaban escritas pensando en Coz, pero que creíamos que tenían la calidad más que suficiente para formar parte del primer disco de Barón Rojo y, luego, bueno, pues con otras ideas que tenía por ahí Campuzano y tal, vimos que podía quedar un disco interesante. Luego ya Vicente lo metió en el sello Chapa y a partir de ahí todo empezaron a ser sorpresas porque confiábamos en que el disco podía tener una buena acogida, pero la verdad es que tuvo una mejor acogida de la que ninguno podríamos haber soñado. Estábamos haciendo los primeros ensayos con las canciones y todo esto, ¿no? La repercusión fue algo que nos dijo que íbamos por el buen camino. Hicimos presentaciones en Madrid muy interesantes y lo que vimos claro en ese momento es que podíamos ser quizá la banda de rock español de la década, en el sentido de que un poco éramos los que íbamos a marcar el camino de por dónde iría el rock español, que, luego a la postre no fue así, porque como te he comentado antes, por desgracia, la mayoría del rock español y el que más éxito ha tenido se ha ido por el lado del rock urbano, en mi opinión, algo totalmente negativo. Es manera de hacer rock a la española, como diciendo, no, pero como somos muy cachondines y hacemos estas cosas y nos lo pasamos bien y estamos todos borrachitos y tal. Eso, a la española queda todo mejor y eso para mí fue la desgracia del rock español. Pero bueno, el primer álbum, “Larga vida al rock and roll” creo que cayó muy bien y estamos muy satisfechos de haber tomado esa senda en aquel momento. Y bueno, luego, un poco por lo que decías del momento musical, en España aquel momento estaba marcado por otras historias, era la new wave, la movida madrileña, que eran cosas que iban siempre con todos los respaldos oficiales, porque claro, los gobernantes querían hacerse muy progres y había que apoyar esas cosas, que eran sólo de un séctor de la juventud madrileña, pero bueno, como si fueran de todos, ahí si se metió dinero y se metió promoción. Y en el rock, pues mi opinión, es que siempre hemos tenido que ir por el lado difícil del camino, pero también eso le ha dado al rock esa autenticidad y ese espíritu de lucha que siempre ha tenido.

Supongo que alentados por el éxito de vuestro primer trabajo, Chapa apostó fuerte por vosotros para el segundo trabajo y salió bien la jugada, ya que “Volumen Brutal” se convirtió en el mejor disco de metal que se ha publicado en este país. Acostumbrados a estar en estudios de grabación en España, ¿cómo vivisteis lo de grabar en los estudios Kingsway de toda una superstar como Ian Gillan?

Bueno, lo de grabar en Inglaterra, vamos a ver… Lo más importante de grabar en Inglaterra, verdaderamente, es que estábamos allí y que se te pega el ambiente y que realmente tienes ocasión de compararte un poco con la manera de cómo se hace allí rock, cómo se trabaja y vimos que el rock que hacía Barón Rojo era perfectamente homologable con el rock que se hacía allí. Y de hecho la gente del estudio de grabación de Kingsway que estaba allí, pues, trabajó con nosotros como podría haber trabajado con cualquier otro grupo, que en este caso serían grupos ingleses y se encontraban con que hablábamos el mismo lenguaje musical y con el lenguaje nos entendíamos como buenamente podíamos. Fue relativamente sencillo, pero, vamos, quiero decirte que aquel estudio, Kingsway, no era ningún estudio despanpanante, de esos que se han gastado millones en prepararlo bien y acondicionarlo para que vaya allí la gente de campanillas. Era un estudio normalito, de andar por casa, con la mesa medio destartalada por algún lado, pero que tenía ese sabor, esa manera de trabajar impregnada en todas las paredes y esa magia de que allí se había grabado música muy importante. Hendrix había grabado en ese estudio, Rainbow también y quieras que no, queda impregnado todo lo que se haga en ese sitio, y eso para mí fue lo más importante de grabar en Inglaterra, no es que nos encontráramos con unos medios alucinantes, porque en España había estudios mejores que ese, pero sí el hecho de que la gente con la que grababas, los periodistas a los que veías, la gente con la que comentabas sobre música y ver que tu música era homologable con la que hacían todos ellos y que hablábamos el mismo lenguaje. Eso facilitó mucho que aquel disco quedara como el mejor disco español de todos los tiempos, quizás. Hay quien lo ha definido así y yo no me voy a quejar de eso en absoluto y, sí, el hecho de que se grabara en Inglaterra tuvo algo que ver en aquello y fue una jugada interesante, una jugada bien planificada, hecha con los medios que teníamos, pero que funcionó bien. Fue algo que fue idea de Vicente Romero, como la mayoría de las cosas que ocurrían en aquel momento y creo que acertó en la idea y, aquello funcionó muy bien y aunque en ese momento no conocimos a Ian Gillan, sí conocimos a Bruce Dickinson, al manager de Gillan y, bueno, sobre todo, trabajamos en aquel ambiente que era lo más importante de todo aquello.

A partir de la publicación de “Volumen Brutal”, que fue un éxito de ventas, vuestra popularidad creció exponencialmente. Yo recuerdo que estando recuperando una clase de guitarra en el Rockservatorio en Semana Santa con Dany Henestrosa, llegasteis los cuatro y os pusisteis a ensayar en una sala de la tienda. Creo que fue por la época de “Metalmorfosis”. Los cuatro alumnos que estábamos allí estábamos excitados, pero Dany no nos dejó ir a escuchar detrás de la puerta donde ensayabais. ¿Cómo sobrellevabais esa popularidad?

No sabía que habías ido a tocar la guitarra y que incluso te había llegado a dar clases Daniel Henestrosa, que es un tipo muy, muy interesante y, la verdad es que nos ayudó mucho cuando estuvimos en aquella etapa de grabar el “Volumen Brutal” porque él dominaba el inglés y nos hizo de intérprete para todo y aparte era un compañero excepcional en muchas cosas. No puedo nada más que decir cosas buenas de él y que hace muchísimos años que no le he vuelto a ver. Creo que anda por Suecia y, nada, si desde aquí le llega algo de esto, le mando un cordialísimo saludo y mi gratitud por el gran papel que desempeñó en aquella época. Y, bueno, la popularidad es algo que, ya sabes, cuando no la tienes la echas de menos y cuando la tienes dices: “¡jóder!, a ver si me quito de encima porque vaya lata que es. Entonces, lo más importante es que si eres popular es porque has llegado hasta un cierto sitio y la gente te conoce y eso te ayuda a vivir mejor, porque trabajas mejor, ganas un poquito más de dinero y te encuentras un poco en la pomada musical. La popularidad siempre es positiva, lo único que hay que intentar es que tampoco se te suba a la cabeza y también, cuando te toca, intentar que la gente respete los planos en los que eso se debe mover. Nosotros siempre hemos atendido muy bien a todos los fans y a toda la gente, pero bueno, también, de vez en cuando, surge algún patoso que quiere hacerse el listillo y que te pone las cosas difíciles, sobre todo cuando están un poco bebidos, pero bueno, se trata de conservar ese equilibrio y creo que Barón Rojo lo ha hecho siempre bien y, en general, llevamos bien la popularidad y no nos importa. Afortunadamente esa popularidad cada día ha ido decreciendo, pero bueno, también se ha aumentado un poquito tu leyenda en contraposición a eso y una cosa se compensa con la otra y, en fin, que estamos contentos de que haya sido así y ójala sigamos siendo populares durante mucho tiempo.

A raíz de vuestro éxito con “Volumen brutal” conseguisteis tocar en grandes festivales internacionales como Reading o el Festival de Brujas, compartiendo escenario con gente tan grande como Iron Maiden, Gary Moore, Michael Schenker o Twisted Sister entre otros. ¿Cómo os sentisteis concretamente en Reading donde la audiencia tenía fama de ser muy exigente?

Bueno, el festival de Reading buscábamos que fuera nuestro espaldarazo internacional. No sé si lo llegó a ser, pero, por lo menos, nos colocó en el panorama musical europeo dentro del rock y a partir de ese momento Barón Rojo dejó de ser un grupo semi desconocido y entró a formar parte... no vamos a decir de la primera línea, pero bueno, de alguna de las segundas líneas dentro de lo que era el panorama del rock británico y europeo, digámoslo así. Y Reading fue una experiencia complicada. Llegamos con el tiempo justo a tocar por algunos problemas que hubo llegando al sitio desde Londres y por alguna parada que no estaba prevista que se hizo durante el camino y, bueno, pues al llegar allí estuvimos un poquito nerviosos. Apenas nos dio tiempo a elaborar el repertorio, Hay que tener en cuenta que hoy en día, te lo traes impreso desde casa y es todo muy cómodo, pero, en aquel entonces, te pones a pensar las canciones que vas a tocar allí a pie de escenario con un bolígrafo, cada uno se hizo su lista como buenamente pudo, y fue complicado hacer un repertorio así, deprisa y corriendo. Yo estaba nervioso, cosa que creo que a mí nunca me ha pasado en un escenario. Yo jamás he salido nervioso a un escenario, pero, quizás en Reading sí que estuve un poco nervioso, de hecho, voy a contar un detalle que a lo mejor mucha gente no se ha dado cuenta pero tocamos “Hermano del rock and roll”, que me parece que fue el tercer o cuarto tema del repertorio y, dado mi estado de nervios, a mí se me olvidó hacer el solo y pasé directamente del estribillo de la segunda estrofa a acometer el final del tema, que a todo el grupo le pilló de sorpresa. Bueno, pudimos reaccionar más o menos bien y fue el “Hermano del rock and roll” más breve que hemos tocado nunca, pero por eso, a lo mejor a la gente le gustó especialmente, no lo sé (risas). En fin, es una anécdota de esas que ocurren, peor yo creo que en general el público de Reading nos acogió bien, había mucha gente española en las primeras líneas, que también nos ayudó mucho a romper un poco el hielo que, a veces, se crea en estas situaciones. Creo que Barón Rojo, al final, dejó un buen sabor de boca y a partir de ahí todo fue un poco más llevadero dentro del panorama de rock europeo.

Hicisteis una extensa gira por Inglaterra con Hawkwind y posteriormente, creo recordar, como cabezas de cartel. Aunque no fuisteis los únicos en tocar en Inglaterra, sí que fuisteis unos pioneros en hacer giras por allí. ¿Qué recuerdo te trae esas fechas en concreto?

Bueno, allí en Inglaterra está todo muy estructurado, osea, que si eres telonero es como si llevases un estigma especial y sabes que la gente no te va a hacer ni caso, probablemente. Y además de eso, la compañía de discos tiene que pagar para que el telonero vaya abriendo el espectáculo. Es curioso, porque aquí en España nunca se entendió así, que una gira en la que vas de segundo espada te toque pagar porque en el fondo estás haciendo una campaña de publicidad que te viene muy bien. Eso allí en Inglaterra lo tienen muy asumido y es así completamente. Nosotros teníamos que tocar en la gira que hicimos con Hawkwind ¡exactamente treinta minutos! Y no nos podíamos pasar ni un minuto, y teníamos que ser puntualísimos y todo lo llevan muy serio. En muchos sitios fue algo difícil, porque la gente no te iba a ver a tí, encima éramos españoles y a veces, nos recordaban lo de Gibraltar inglés desde las butacas. Era especialmente complicado, pero la gente en general reconoció que el grupo tenía un cierto nivel como para estar allí y que no estaba de más. Quizás nos hubiera ido mejor que la banda no hubiera sido Hawkwind, porque ellos eran una banda de rock psicodélico, y lo nuestro no tenía prácticamente nada que ver con la música que hacían ellos. Pero era la única gira que estaba ahí como posible y, además, era la única gira que posiblemente podía pagar nuestra compañía de discos, porque como he dicho antes, las giras de teloneros por Inglaterra hay que pagarlas, nos es que te paguen a ti por tocar, tú tienes que pagar por tocar allí. Fue una experiencia muy interesante y también nos hizo ver que quizá el camino de quedarnos en Inglaterra era demasiado arduo. También esa gira nos hizo entender que bueno, estuvo muy bien refrendar nuestra manera de hacer rock en Inglaterra, pero que nuestro futuro estaba más bien en España y en el mercado sudamericano que es lo que, a partir de ahí, funcionó realmente bien.

En vuestros conciertos por tierras inglesas colaboraron con vosotros gente como Michael Schenker, Bruce Dickinson y John Sloman. ¿cómo vivisteis esa experiencia?

Bueno, fue una experiencia muy enriquecedora y sobre todo, lo importante fue ver que para esa gente nosotros eramos una grupo homologable con la manera en la que ellos estaban acostumbrados a trabajar y eso nos dio mucha confianza personal de que íbamos por el camino correcto. Sobre todo fue eso, porque ya sabes, una jam… es una jam y tampoco es que vaya a tener una repercusión fantástica, pero bueno, es estar en el escenario compartiendo con esta gente, Michael Schenker, Bruce Dickinson… John Sloman simplemente estuvo en el estudio de grabación, estuvo tocando un poquito el piano, que tocaba muy bien y, bueno, animando un poquito la cosa. Con Michael Schenker nos unieron otro tipo de cosas porque él tampoco era británico y aparte, llevaba un poco el sambenito de ser alemán, que ser alemán en Inglaterra es casi más complicado que ser español, pero también pasa un poquito lo mismo. Y Bruce Dickinson sí que se enrolló muy bien desde el primer momento con Barón Rojo, quizás también porque él era muy fan de Gillan, venía del grupo Samson y solía ir mucho por el estudio, pero como una actividad suya casi cotidiana. El se pasaba por Kingsway con frecuencia y a raíz de eso es como nos hicimos un poco amiguetes de él, que qué pena que esa amistad no durará todo lo que podría haber durado en el tiempo, pero bueno… En aquel momento estuvo muy bien y fue una experiencia interesante y que te deja marcado para casi toda tu vida, porque estar con las grandes estrellas de rock es algo que a todo músico siempre le ha gustado hacer.

Vosotros fuisteis parte fundamental, por el éxito que obtuvisteis, para que Chapa Discos grabase a muchos más discos de rock. ¿Qué papel crees que tuvo Chapa Discos en el éxito que cosechó el heavy en ese momento?

Bueno, Chapa fue quizás el único sello que realmente se empezó a preocupar por el rock, pero fue todo gracias a que Vicente Romero supo granjearse un poco la confianza de aquella gente y les hizo entrar en un terreno que para ellos era como antagonista, porque Zafiro fue desde siempre un sello dedicado casi al folklore español, entonces imagínate lo que tenía que ver el folklore español de yo que sé qué decirte, Manolo Escobar o Los Chunguitos, por ejemplo, que a lo mejor ninguno de los dos grabó con Zafiro nunca, pero bueno, por hacer la comparación, con grabar un disco de rock, ¿no? Entonces, haber logrado que esa gente tuviera esa confianza en que aquello podía vender discos yo creo que fue un éxito personal de Vicente Romero. Cómo lo consiguió o qué armas utilizó para ello no lo sé, pero bien hecho está. Y antes de nosotros ya había grabado Asfalto con Chapa y no sé si habría grabado Leño antes o después, no me acuerdo bien. Sí sé que estando nosotros en Coz, ya Vicente Romero nos propuso grabar con Chapa, lo que pasa es que por aquel entonces la oferta era tan paupérrima en cuanto a horas de estudio… Es que cuarenta horas de estudio para hacer un disco entero y era la primera vez que nos teníamos que meter en un estudio de grabación. No nos pareció la empres con suficientes posibilidades de éxito, así que preferimos esperar a un poco más tarde, pero, vamos que nosotros tampoco fuimos los que inauguramos el sello Chapa sino que esto fue una cosa por la que casi han pasado todos los grupos españoles de rock y, bueno, es un mérito que hay que reconocerle al sello y a Vicente Romero que fue el que logró ponerlo en funcionamiento.

Después de “Metalmorfosis”, un disco fundamental también en el rock duro de nuestro país, grabasteis el directo “Barón al rojo vivo”, en el que tuve la suerte de estar. Primero se habló de que lo ibais a grabar en el mítico Budokan, pero al final se grabó en el pabellón de los deportes del Real Madrid (que tampoco estaba nada mal), donde llenasteis dos noches, demostrando un nivel de convocatoria nada habitual en nuestro país. ¿Qué pasó para no grabarlo en Japón y qué sensaciones os dejaron aquellas dos noches?

Bueno, la verdad es que lo de grabar el disco en el Budokan fue un macutazo que no sé quién soltó por ahí ya que algunos ex miembros del grupo han estado diciendo, pero eso fue más que nada una intención que alguien tuvo en la cabeza, pero jamás hubo un proyecto ni medianamente serio de hacer un disco en el Budokan, pero jamás, eso es una entelequia que alguien se ha sacado de la manga yo que sé, por la razón que sea. De entrada, imagínate, grabar un disco allí una banda que apenas ha vendido cien discos en Japón, sería absolutamente absurdo, ¿no? Entonces, bueno. La idea de grabar un disco en directo, creo que fue mía, en el sentido que yo recordaba lo que fue el “Made in Japan” para Deep Purple y entonces propuse que el disco fuera en directo porque podía ser el de consagración a nivel internacional, no a nivel de mercado anglosajón, pero sí a nivel del mercado de América Latina, que era nuestro mercado más importante después del mercado español, o al tiempo que el español. Así que al final cuajó mi idea y grabamos un disco en directo que además contaba con el aliciente de llevar temas inéditos, para que no fuera sólo una colección de los temas que ya conocía la gente grabados en directo y entonces, bueno, después de “Metalmorfosis”, que, efectivamente, estoy de acuerdo contigo en que fue un disco muy importante en la trayectoria del grupo, también grabado en Inglaterra, en otras condiciones, pues grabar el disco en directo, creo que fue un buen planteamiento, la cosa funcionó muy bien y, bueno, quedó para mucha gente como uno de los grandes discos en directo grabados en el rock español. Quizás adolece aquello de que nunca se han visto imágenes de aquellas veladas en el Pabellón de Deportes del Real Madrid, salvo bueno, lo del single “Campo de concentración”, que formó parte de los temas inéditos de aquel disco, que es lo único que se ha visto, pero realmente aquel concierto se grabó entero y con siete cámaras, que por aquel entonces era todo un despliegue de medios. Lo que pasó es que hubo un desacuerdo entre Alfonso Arteseros, que era el encargado de llevar a cabo la grabación y la compañía de discos y ese material nunca ha visto, ni probablemente verá la luz. Así que esto es todo lo que te puedo contar sobre este disco, cosa que ya la gente lo conoce y sabe lo que ocurrió. Lo que sí te puedo asegurar es que lo del Budokan no fue nada que estuviera ni medianamente avanzado como proyecto. Fue algo que se sacó alguien de la manga y ya está.

Durante los 80 se grabaron grandes discos en España en cuanto a heavy y hard rock se refiere. Además de los de tu banda, si tuvieses que elegir los mejores discos que se hicieron aquí, ¿cuáles serían?

Bueno, yo disiento un poco en que en los 80 se grabaran grandes discos en España de Hard Rock, porque ya te he comentado antes que el rock español se fue hacia otras tendencias que se apartaron un poquito de lo que para mí era la línea buena del rock duro, aunque fuera en español, pero bueno, rock duro como sonaban las grandes bandas que a todos nos han impresionado en nuestras trayectorias musicales. Entonces, me cuesta mucho escoger uno, y nos es porque no me gustaría escoger alguno, me gustaría muchísimo decirte, oye, que aparte de nuestros discos se hicieron unos discos importantísimos de estas bandas. En general casi todo no me convence prácticamente nada. El caso por ejemplo de los que fueron nuestra competencia, que fuero los chicos de… Es que hasta el nombre me da un poco de rabia que un grupo de rock se llame Obús, me parece tan agresivo y tan así… Iban bien encaminados en cuanto al estilo, porque sí, el estilo era un poco como el nuestro, un poquito con las grandes constantes del género, pero luego en cambio, en mi opinión, al tenerlo que cantarlo en español se quedaban un poco al nivel de las letras del rock urbano y aquello me pareció horrible, el nivel de letras ahí no me convenció en absoluto. Algunos temas de esta banda, pues sí, conectaban un poquito con la onda buena del rock, pero, bueno, llegaron hasta donde llegaron y yo nunca mencionaría uno de sus discos como uno de los grandes discos de rock, en mi opinión. Pero lo que sí les reconozco, es que en cuanto al estilo, pues sí eran lo más parecido a seguir un poco la línea de Barón Rojo, de hecho fueron nuestros teloneros en nuestras presentaciones en Madrid cuando ni siquiera estaba su cantante actual, Fortu, con ellos, sino que eran un trío cuando se presentaron en Madrid y pienso que tuvieron una buena acogida y de hecho, la compañía de discos fue cuando les fichó. Por eso ellos terminaron grabando con Chapa. Pero no, no te puedo añadir mucho más a esto, porque no… ¡Ojalá te pudiera decir: es que además de los discos de Barón Rojo reconozco un gran mérito y una gran calidad en estos discos! Pero no, no te lo puedo decir, porque no sería verdad, y sólo para rellenar la pregunta, pues no te voy a citar nada más en concreto.

Durante más de 30 años Carlos y tú habéis mantenido a Barón Rojo en activo, pero este iba a ser el año de la despedida de los escenarios, si no llega a ser por la maldita pandemia que nos asola. ¿Sigue el plan sobre el tapete, habrá retirada cuando pase todo esto?

Bueno, como yo digo a veces, hay un refrán que dice que la gente dice al revés, y es “no hay bien que por mal no venga”, aunque la gente lo suele decir al revés. Por una serie de circunstancias un poco precipitadas y que no estaban puestas en un planning, Barón Rojo se despedía un 30 de diciembre del 2020, pero esto, la verdad es que surgió de un modo un poco forzado y fueron problemas de entendimiento entre Carlos, el mánager y yo, y de repente acabamos viendo escrito que Barón Rojo se despide cuando era algo que estaba ahí, en el ambiente, pero que en absoluto era un plan definitivo y de repente nos encontramos que estaba ya casi puesta la actuación de despedida. Afortunadamente, desde el punto de vista del refrán que te he dicho antes, la maldita pandemia esta terrible nos obligó a cortar en seco nuestra gira de despedida y a partir de ahí, ahora mismo llevamos un año exacto sin trabajar y empezamos a replantearnos todo el hecho de la despedida, porque hubiera sido una despedida absolutamente en falso y una vez que ya la fecha de despedida no tiene sentido, ya no sabes que otra fecha de despedida va a tener sentido. Entonces, bueno, Barón Rojo casi se puede afirmar con rotundidad que va a continuar y la nueva fecha de despedida no está ni medio planificada y no sabemos cuándo se planificará, ni bajo qué circunstancias o qué historias llegará a ocurrir. De momento Barón Rojo sigue en activo, entre comillas, porque ya te he dicho que hace un año que no actuamos, y prácticamente ni ensayamos porque tampoco se nos deja reunirnos para ensayar por las restricciones que se hacen con el tema de la pandemia. Pero bueno, que Barón Rojo sigue estando ahí y, bueno, lógicamente, algún año y en algún momento nos tendremos que despedir, pero, de momento, a corto plazo eso no está planificado y ya, cuando algo realmente que se pueda llamar así esté ya en el plan del grupo, pues ya se comunicará oficialmente, pero de momento, Barón Rojo no se despide, eso lo digo clarísimamente, aunque el concierto especial del último vuelo pues habrá que darle un nuevo giro por lo que ese concierto quería ser, pero desde luego que no va a ser el último concierto del grupo. Eso lo podemos afirmar.

Los grandes medios especializados de heavy siguen siendo propiedad de las mismas personas que los tenían en los 80. Ahora hay muchos medios underground, pero la cosa está muy dividida. ¿Qué papel crees que jugó la prensa especializada en el éxito que obtuvo el heavy en los 80?

Bueno, esto conecta un poquito con lo que te dije “off the record” al principio y pienso que medios como el tuyo son el gran futuro para el panorama y los grupos de rock. Necesitamos gente fresca, gente que no esté sólo mirando cómo hacer caja. Bueno, sabemos que hacer dinero es importante y a todos nos gusta tener dinero, pero hay muchas maneras de hacer dinero e igual que con la música no te puedes vender de cualquier manera, pues en prensa también hay que tener unos ciertos criterios de seriedad y de ética, hasta cierto punto. Y quizás los medios más conocidos han entrado en una dinámica que, en mi opinión, no es realmente positiva para el rock español ni para los fans del rock en España. Y, entonces, la gran esperanza son los nuevos medios que surjáis y que tratéis de no caer en los mismos pecados en los que han caído los archiconsagrados medios especializados entre comillas, del heavy rock. Todos los grupos actuales confiamos en que vosotros, los nuevos medios, seáis el camino para que esto siga teniendo el auge que nunca debió perder. Y, bueno, ¿el papel que tuvo esa prensa? Había un poquito lo que te he comentado antes. A personas como Vicente Romero hay que reconocerle que fue una persona muy importante dentro de lo que es el esquema del rock en España. Es curioso, no, porque este señor, que es un Rolling Stoniano de siempre, jamás ha sido alguien que ha creído en el rock duro, e incluso como uno de los fundadores de Barón Rojo tampoco creyó nunca en el rock duro y luego se echaba para sí todos los méritos de ser el rockero de campanillas. Entonces, son gente que en un momento dado vieron que el rock duro es lo que les hacía funcionar mejor y se apuntaron a ello, pero no es que realmente creyeran en ello. Yo, incluso, en los micrófonos de lo que fue la antigua radio del Diario Pueblo, que no sé si se llamaba Radio Centro o algo así, yo le he oído criticar el mejor álbum de Deep Purple, que es “In rock”, diciendo que era una mezcla de ruidos infernales que no había por dónde cogerlos. Luego se encontró con un panorama que le dio un impulso sin creer mucho en él y, supongo que a raíz de eso, pues sí, algo le tiene que agradecer el panorama musical que la cosa haya funcionado un poquito mejor. Y yo siempre he reconocido que como mánager de Barón Rojo lo hizo muy bien y que luego manejó todas sus bazas de publicidad y de medios de prensa bien. Quiso subirse a la parra para ganar dinero y se creo un poco la ruptura que se ocasionó después de los tres o cuatro primeros discos. Entonces, el papel que han tenido es que les correspondía reflejar lo que estaba pasando, que la prensa por encima de todo, lo que tiene que reflejar es lo que está ocurriendo. Y luego, si cree que lo tiene que apoyar, que lo apoye de alguna manera, pero, en mi opinión, la prensa especializada ha apoyado estas cosas en tanto esas cosas les hayan producido un dividendo y un tipo de retribución benéfica para ellos. Entonces, siempre ha tenido que haber una prensa especializada y siempre la habrá, pero yo confío en los medios frescos, en los que salí ahora poco a poco que seáis el futuro de lo que sea la prensa del rock en España.

Al margen de Barón Rojo tú siempre has tenido algún que otro proyecto entre manos como Armando Rock, por sólo citar uno. ¿Qué nos puede deparar el futuro de tu guitarra?


Bueno, yo es que siempre, siempre he tenido mis proyectos personales, lo que pasa es que nunca he tenido la oportunidad de plasmarlos en hechos discográficos que hayan tenido repercusión o cierta acogida por los periodistas o por las casas discográficas. Yo, a mediados de los 80, y esto es algo que no he dicho casi nunca, ya me estuve replanteando si seguir en Barón Rojo o no, porque tenía mis inquietudes personales y no sabía si podía canalizar a través de Barón Rojo toda la música que a mí me bullía entre los dedos al tener una guitarra colgada. Entonces, yo siempre he estado intentando hacer mi propio material y colocarlo en el mercado, pero me ha sido prácticamente imposible. Lo intenté otras veces, incluso moviendo medios de prensa de rock, compañías de discos y no logré que nadie se interesará por mis proyectos. Incluso, es curioso, porque una de las razones que me decían es que se parecía mucho lo que yo intentaba hacer a Barón Rojo y por ese simple hecho ya les parecía a algunos que no era interesante colocarlo en el mercado. No ha sido hasta ya muy recientemente, el año 2016, que por el hecho de que si ahora quieres colocar un producto en el mercado te lo tienes que financiar tú, grabar tú y hacerlo todo tú, pues contratando unos estudios económicos y con algo que tenía por ahí he logrado hacerme yo mi propia producción, meterme en unas compañías de discos en las que he tenido que pagar para que me pusieran el disco ahí, que luego no han hecho nada, por cierto. Pero ha sido todo porque ha dependido todo de mí, que he logrado por fin colocar dos discos de material inédito escrito por mí y tocado por mí en el mercado, con una respuesta bastante discretita por parte de los medios y por parte del público, pero yo apuesto por mi material y creo que el material de los discos de Armando Rock, el ARI y ARII es muy buen material, creo que es de lo mejor que se ha hecho en España, se parezca o no a Barón Rojo. Y yo no tengo ningún inconveniente en decirlo, lo opino realmente, que seguramente el 99% de la gente no lo opinará porque si no lo hubiese apoyado mucho más, pero, bueno, yo lo opino así. Ahora tengo otros proyectos en mente, porque como los dos discos que hice no han funcionado y no me duelen prendas de reconocer que no ha funcionado, ha ido muy poca gente a los conciertos, se ha apuntado mucha gente a la página web pero al hacer los conciertos no iba casi nadie, pero bueno, creo que son dos buenos discos de rock. La verdad es que son malos tiempos para la creatividad y para hacer cosas totalmente nuevas, pues ahora tengo un nuevo proyecto que se llama Black List en el cual doy cabida a material ya creado de bandas muy importantes que han sido para mí las grandes tres bandas de mi vida musical con temas que se han tocado muy poco o directo y por eso el grupo se llama así, Black List, porque son temas que no he conseguido tocar ni en Barón Rojo ni en otros proyectos. Ese es mi proyecto actual y vamos a ver… A mí con tal de que me sirva un poco para tocar y que me siga colgando la guitarra me vale. Si luego va muchísima gente a vernos y la gente disfruta con el concierto, mejor y si no para mí habrá merecido la pena en cualquier caso.

¿Quieres comentar algo más?

Pues nada, que muchas gracias otra vez por la oportunidad de esta entrevista que espero que te sirva


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