Crítica de "Love, death and in between" - DeWolff

 

Casi sin enterarnos, DeWolff llevan ya más de 15 años en la brecha. Y parece increíble ya que son gente que anda en el entorno de los 30 años. Los tres holandeses están dando mucho que hablar con su último disco "Love, death & in between".

El alma bluesy e incluso en algunos momentos gospel estaá maravillando a mucha gente y cada vez tiene más adep-tos a la causa. Soy un fan a ultranza de la locura que perpretaron en plena gira de grabar un disco con un antiguo grabador de cuatro pistas Tascam. Me encantó la idea y, sobre todo, el contenido, que es lo más importante.

Con su siguiente trabajo "Wolffpack" también apuntaron muy alto, pero creo que este último disco va a ser el que les permita dar un gran paso adelante en su carrera. De momento, ya andan llenando recintos mucho más grandes que en su anterior gira.

Es un paso de gigante muy curioso, porque se trata de un álbum cimentado, como toda su carrera en influencias de los 70 y ahí cabe tanto el rock de un tema cañero como "Night train", que empieza recordando a James Brown, como .edila tiempos preciosos estilo Black Crowes como "Heart stopping kinda show" o interludios que suenan a música de Nueva Orleans como en una maravilla llamada "Rosita".

Este tema merece mención aparte, ya que dura 16 minutos nada menos y es como si contuviese tres canciones en su interior. Una maravilla sonora que viene de unos chavales que están aquí para hacer lo que les gusta, sin pensar qué está de moda. Y les va muy bien. Ojalá hubiera más bandas con esta creatividad 

 

 

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